sábado, 12 de noviembre de 2011

Todo lo que debes saber sobre Dublín... ¡SIN CENSURA! (3ª parte)

VERDAD number THREE: ¿Qué come esta gente?

Yo lo resumo en dos palabras: pollo y patatas. El pollo mejor frito y las patatas en todas sus versiones: asadas, en puré, hervidas y, por supuesto, fritas.

La cocina irlandesa coge lo ensencial de las cocinas inglesas y americanas, que por algo anda emparentada con las dos. De los británicos pilla la costumbre del té a todas horas acompañado del inseparable scone. Sin olvidarse de meter curry, jengibre y el famoso "chilli" (la guindilla de toda la vida) en la mayor parte de salsas y aderezos. De nuestros amigos los americanos qué os voy a contar, pues el amor al pollo, a las patatas fritas, salchichas, bacon y un sin fín de alimentos grasosos.


A la hora del desayuno el "irish breakfast" es un clásico: huevo frito, salchichas, beicon, judías blancas con tomate, hash brown (fritura de patata) y la morcilla. Aunque lo más gracioso es que te suelen poner en el plato un tomate. ¿Un tomate? ¿Para que poner un tomate entre tanta fritura y grasa? ¿Cuál es el sentido? Para aquellos que quieren algo más ligerito y/o sano, optan por el scone o el clásico "porridge", originario escocés, pero adoptado por todas las islas británicas. Ya sabéis que el porridge se compone de gachas de harina de avena a las que mezclas agua o leche. O un poco de ambas. Claro, que siempre queda la opción universal del café con tostada...

Para el mediodía mejor algo ligero, como una sopa y café/té como postre. En lugar de sopa nosotros lo llamariamos puré o crema porque son algo más espesas que la clásica sopa aguada. Yo he servido en la crepería de muchísimos tipos, tantos para aburrir. Os nombro dos populares a nombre de ejemplo: Carrot & Ginger y Celery & Blue Cheese. O sea, Zanahoria y Jengibre y Apio y Queso Azul. Ahí es nada.

Las cenas en irlanda son algo más copiosas que las comidas (y bastante antes que las nuestras en España), donde apuesto a que toman algo de puré de patatas o verduras tipo brócoli o guisantes con pollo o pavo.

Se pirran por la mantequilla, el limón en todas sus formas y a todas horas. Zumo de limón en la crepe, rodajita de limón en el vaso de agua, Sprite/Seven Up con las comidas... Beben mucha cerveza. Rubia, Castaña y, cómo no, su morena Guinness. Ah, y un detalle significativo, la comida y bebida, en la medida de lo posible, hot o extra hot: la sopa ardiendo, cualquier tipo de bollería mejor caliente del horno, y cómo no, el café extra hot, vamos, hirviendo.

jueves, 27 de octubre de 2011

La sopa... violeta

¿Un sopa... violeta? ¿Se trata de una locura más de esta muchacha? ¿Por qué tiene que comer cosas raras en lugar de unas salchicas con patatas como Dios manda? Pues no, señores, a mi me parece más divertido hacer un purecillo de este color teletubbie que hacer la fritanguilla, quizá por eso de que estamos en vísperas de Halloween y, por qué no decirlo, ¿hay algo más escalofriante que tomar una sopa con semejante color?


Bueno, para los más intrigados, este puré/sopa/crema que hice el otro día se debe al color de la lombarda, (aquí llamada red cabagge), y aunque da cosa así de verlo, una vez lo pruebas, sabe casi como cualquier otro puré de verduras. El topping de arriba no es otro cosa que tiras fritas de la propia lombarda, a modo de decoración. Aunque bien podrían ser pequeñas lombrices, ¿eh?

¿Foto?: Mi sopa violeta

lunes, 17 de octubre de 2011

Todo lo que debes de saber de Dublín... ¡SIN CENSURA! (2ª PARTE)

VERDAD number TWO: ¿CÓMO SON LOS IRLANDESES?

Pues tengo que confesar que los irlandeses, por lo general, son buena gente. O por lo menos esa es la impresión que tengo después de vivir con ellos más de dos años. Trato con ellos todos los días en el restaurante y tengo que decir que son amables, educados y muy agradecidos cuando les sirves. Nada de esa mordacidad española y humor negro un poco característico nuestro. El irlandés es un poco tontorrón, sencillo, blanquito... más cerca del tipo americano que del inglés estirado. De carácter abierto y chistoso, un fenómenos curioso, ya que me gustaría a mí estar todo el día feliz a pesar de no ver el sol muy a menudo.

Los irlandeses aman España, su sol, su gastronomía. Muchos se conocen al dedillo todos los pueblos de la Costa del Sol, más que tú y yo. Se consideran irlandeses, a pesar de que su idioma oficial sea el inglés y no su querido gaélico, que apenas ya se estudia más allá de primaria, pero no pueden evitar amar el té, las fish & chips y X Factor.

Los dublineses viven rodeados de muchos españoles, a los que adoran y congenian estupendamente, pero conviven sin problemas con otros extranjeros como asiáticos, indios y ciudadanos de Europa del Este, especialmente polacos.

Ah, y les encanta la música. Cantar y tocar. Y mejor ir a un pub que tenga música en directo.

No son obesos, pero hay muchos rellenitos. La mayoría de pelo claro. Algunos pecosos, de piel muy blanca y ojos azules. Ellas, muy presumidas. Salen a la calle con mucho maquillaje, tacones altos y jamás he visto a una llevar medias, ni siquiera en invierno. Su piel debe estar hecha al frío. Eso o que llevan tanto alcohol en la sangre que ni sienten ni padecen...


miércoles, 12 de octubre de 2011

Lo que debes saber sobre Dublin... ¡SIN CENSURA! (1ª parte)

Ha llegado la hora de la verdad. Aquí vamos a empezar a contar las verdades, todas ellas, sobre esta ciudad mía en la que resido. Se acabaron las medias tintas y las mentiras piadosas. Aquí van a empezar a caer las verdades como puños, le pese a quién le pese. Y punto.
Comenzamos.
VERDAD number one: EL TIEMPO
Ay amigos, sí, vamos a tirar del tópico de siempre. De lo que se habla del lunes por la mañana nada más llegar a la oficina. De la primera frase que intercambiamos con el camarero cuando vamos a nuestra cafetería habitual.
Yo creo que al español que vive en Dublín no hay nada más que le joda que el maldito mal tiempo. Yo me río ahora de cuando voy a Madrid y oigo a la gente decir frases del tipo, qué malo hace; ya está empezando a refrescar bastante; dentro de poco voy a tener que volver a ponerme el pijama largo; etc. La gente no sabe lo que dice. En Dublín sí que hace mal tiempo. Y lo hace siempre. Por mal tiempo quiero decir día completamente nublado, de color gris, con frecuentes tormentas de lluvia muy fina. En Dublín lo que no hay es el sol. Como si de verdad alguien lo secuestrara cada vez que quisiera pasarse por este país. Pueden pasar días y días sin que veas al astro rey allá en lo alto. Creo que la última vez que lo ví fue el viernes pasado, de tres y media a cuatro y media de la tarde. Hoy estamos a miércoles. Tengo unas gafas de sol en un cajón que todavía no las he usado en Dublín. Llenas de polvo, por supuesto.
En resumen, si quieres salir a la calle un día normal en Dublín hazlo con un chubasquero o alguna sudadera con capucha. Es bueno llevar siempre en el bolso un paraguas de los pequeñitos sólo en el caso de que llueva y no haga mucho viento, porque si no, se te romperá el paraguas a la primera de cambio. No olvides agenciarte también con una botas de agua, (aquí conocidas como wallies) de esas que sólo has visto en tu vida a los pescadores en Galicia a través de TVE1. Aquí son los zapatos estrella, fuera vergüenzas.
En invierno, máximas de 10 grados; mínimas de 0 (o menos). Primavera, verano, otoño, mínimas de 8; máximas de 19.
El armario de ropa lleno de jerseys de lana de cuello alto, botas de borrego, bufandas y gorros. El resto de prendas se pueden quedar en Madrid perfectamente. Hasta el mes de marzo de este año usé para la cabeza un gorro. Me lo puse allá por finales de octubre del 2010.
El dublines medio acepta con resignación la lluvia nuestra de cada día y el color gris de los cielos. Y al que darle mucho mérito porque ellos cumplen, y de qué manera, eso de que al mal tiempo, buena cara. Y si en algún momento del día salen unos rayos de sol comparten contigo esa frase de "lovely day, isn't it?". En contraposición, el dublines de clase alta (donde entran también los jubilados), le importa tres pitos el tiempo que haga en Dublín ese día, porque el próximo fin de semana viajará a la Costa del Sol a jugar al golf y a darse un chapuzón en la playa.
La verdad amigos, es que el españolito, da igual cómo sea el tamaño de su bolsillo, nunca terminará por acostumbrase al clima de Dublín. Tiene la luz solar grabada genéticamente en la piel. Y la necesita para funcionar correctamente.
My spanish friends, después de leer este post nunca más, forever and ever, digáis que hace mal tiempo en España. Vente pa' Dublín y verás lo que te espera.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mis lecturas

Extiendo sobre mi los últimos cuatro libros que cogí de la biblioteca para que veáis que a pesar de vivir en otro país hay que seguir instruyéndose... aunque sea en inglés. Eso sí, instruyendo a lo "cool" y mayoritariamente con novelas gráficas (antaño conocidas como cómics), que molan más porque tienen dibujitos. Je.

También tengo ganas de coger por banda ese "Palo Alto" de James Franco, una novelita no muy larga y que narra en clave muy ácida las aventuras y desventuras de un grupo de teenagers en Estados Unidos. Ya sabéis, ese James Franco actor-pintor-artista-escritor-blablablá americano. Y según las críticas el libro parece una joyita en su género. Veremos si en inglés me entero de algo...

jueves, 29 de septiembre de 2011

Grandes frases de Dublín (y XXII)

"El tío éste se pasa todo el día comiendo pasta y chocolatinas por las noches y cada día adelgaza más. No lo entiendo, de verdad".
(Loida, consigo misma, indignada con esta gentuza que come mierdas y no engorda)

jueves, 21 de julio de 2011

Van Damme y Coors Light

Esto que vais a ver es un anuncio de cerveza. La cerveza es de marca inglesa, Coors Light, que se encuentra en todos los pubs habidos y por haber de Dublín. Es una cerveza "rubia", de sabor suave y refrescante. Pero lo de menos es lo que os cuente yo, mejor os lo cuenta el mismísmo actor Jean- Claude Van Damme, que tras estar desaparecido del panorama artístico desde hace décadas, ahora lo rescatan del olvido para protagonizar este anuncio de cerveza.
Y en serio, está más divertido que nunca. A la vejez, viruelas, amigos.



"My nipples were so cold they started to talking to me". Qué grande, Van Damme.

domingo, 17 de julio de 2011

Un mino

Entre los pasillos del supermercado descubrí esta botella de vino español que me llamó poderosamente la atención nada más verla porque... ¡está en inglés y en español!
El vino, de uva tempranillo, (y comercializado por Lagunas de Laguardia, la que llaman la Rioja Alavesa) se llama ¡Poco a Poco! (así, con exclamaciones) y su lema por bandera es que "para hacer un buen vino hay que hacerlo ¡poco a poco!". Y como el vino debe estar pensado para su comercialización al extranjero, en la etiqueta se nos traduce la idea al inglés, "to make a good wine you have to do it bit by bit".
Evidentemente salí de la tienda con la botella vasca bajo el brazo. Habrá que buscar pronto la ocasión para descorcharla.
¿Foto?: La botella de ¡Poco a Poco!

miércoles, 6 de julio de 2011

El paquete (con perdón) de mi novio

Qué loca me ha tenido mi novio con su paquete. El paquete postal, no el otro, que ya os estáis sonriendo...
Primero, perdí la nota de entrega para ir a recogerlo en la correspondiente oficina postal. Segundo, fui a la oficina que creía tener más cercana con el número de referencia del paquete y resultó que allí no estaba, que estaba en otra oficina situada en mi distrito (Dublín 3, no en Dublín 1 como me correspondía en mi anterior domicilio) en una calle llamada Lomand Avenue. Tercero, voy a la oficina de turismo del centro de la ciudad para intentar localizar dónde queda la calle a la que tengo que ir y resulta que me dicen que esa calle no existe. Cuarto, me abstengo de coger por los pelos al imcompetente señor de correos que me ha escrito de puño y letra una calle inexistente y voy a la oficina central de la ciudad a que me digan de una vez donde tienen el paquete. Quinto, por fin un señor me aclara que la calle no era Lomand, era Lomond y que mi paquete está en una especia de oficina-almacén que es la que surte a todas las de Dublín. Sexto, mi compañera de piso me enseña en Google Maps el itinerario a pie desde casa hasta el almacén de correos de Lomond Avenue. Séptimo, el mapa dibujado a mano es tan lioso que nadie por la calle sabe dónde está esa calle ni esa oficina de correos. Octavo, una chica irlandesa se me convierte en mi ángel de la guarda y me acompaña hasta la misma calle Lomond. Ver para creer. No salgo de mi asombro que dedique media hora a acompañar una desconocida hasta el mismo lugar de destino. Noveno, quería invitarla a tomar un café por tomarse tantas molestias pero huye antes de tiempo. Décimo, por fin tengo entre mis manos el paquete.
- Dos revistas Cuore
- 3 DVD con un par de series y otro par de películas.
- La nutella "ecológica" (en cristiano, crema de algarroba) que los bastardos del aeropuerto de Barajas me tiraron en el último control de maletas de vuelta a Dublín.
No me digáis que toda la odisea que he pasado no ha merecido la pena. Por algo se le conoce como el santo, ¿no?

sábado, 25 de junio de 2011

Mis nicknames

A mí, por aquí en Dublín, menos por mi nombre, me llaman de todo:
Loidalina
Putalina
Loidiña
Captain
Captain Fantastic
Por no hablar del Loída, con especial énfasis en la "i", que me dice el compañero de piso. Después de 8 meses llamándome Loída, ya me parece tarde para decirle que en realidad es Loida.

martes, 21 de junio de 2011

Qué triste primer día de verano

Hoy es el día más largo del año, por lo tanto la noche más corta. En Dublín el día pinta como siempre (para mi pesar): gris, algo de viento, lluvias intermitentes todo el día. Hoy tengo el día libre. Salgo a tomar un café, visito varios supermercados en busca de alguna oferta de comida. Vuelvo a casa. Como. Me quedo en el sofá hipnotizada viendo cómo raquetea en Wimbledon Roger Fereder. La idea era ir al cine a las 6 de la tarde. Hoy martes, día del espectador en ese cine, la sesión cuesta más barata, pero al final voy sola porque la compañera de trabajo tiene otros planes para esta tarde. "The Beaver", con tan buenas críticas, me deja un poco así-así, en buena parte porque no entiendo ni la mitad del inglés que habla Mel Gibson. Salgo del cine, las calles están medio desiertas y son sólo las 8 de la tarde. El día más largo del año y me parece el más triste y desangelado. Todas las tiendas están cerradas. Y encima empieza a llover. Llego a casa, donde me espera la sombría y fresca habitación, en la que aún duermo tapada con el grueso edredón y pijama largo. No tengo a mano ni a mi madre, con la que me gusta hablar más que por los codos; las amigas quedan lejos, igual que mi santo varón, que me echa tanto de menos como de menos le echo yo.
Maldito ataque de soledad.
Menos mal que mañana será otro día.

domingo, 19 de junio de 2011

Grandes frases de Dublín (y XXIII)

Clienta: What contains the chocolate biscuit?
Yo: Well...chocolate and biscuit.
¿Esperaba otra cosa que no fuera chocolate y galleta? ¡¡¡Qué pregunta, por Dios!!!

miércoles, 25 de mayo de 2011

God save the Queen (from the rubbish)

La señora Reina de Inglaterra se paseó 4 días por Dublín en una visita de las llamadas "históricas", pero a mí lo que más me llamó la atención es la circular informativa que dejaron por debajo de la puerta de mi casa.


Adjunto la siguiente foto con la nota en cuestión.

Vamos, que no se nos ocurra dejar las bolsas de basura en la calle como cada miércoles, que los señores de la basura no van a pasar a recogerlas. Que es un feo y bien gordo que la Reina de Inglaterra vea las bolsas llenas de mierda delante de las casas mientras ella se pasea en su Rolls-Royce oficial por las calles de Dublín.


En el fondo la Reina no tiene la culpa... la tiene el ayuntamiento que no pone cubos de basura para meter dentro las bolsas. Qué cerditos que son.

martes, 24 de mayo de 2011

Grandes frases de Dublín (y XXI)

Una compañera de trabajo me dio un vale para 4 días gratis en el gimnasio al que ella va. Estando con mi bañador y mi gorro de natación disfrutando en la maravillosa zona spa, con sauna, jacuzzi, baño turco, etc., me topo con un cliente (masculino) asiduo a la crepería.


"¡Si no te había reconocido sin ropa!"


Cualquier comentario está de más.


domingo, 1 de mayo de 2011

El maravilloso mundo de la bicicleta

Desde noviembre de 2010 dos bicicletas han estado medio muertas de risa en el pasillo de mi cottage (si, si, un cottage, qué pasa que os doy envidia, ¿eh?. Bah, es una broma. Yo vivo con dos desconocidos guarretes. Vosotros en cambio, con mamis que os limpian todo, os dan de comer y os hacen la colada) y ayer mismo me dio por coger una de ellas y darme una vuelta por Dublín con un compañero de la Crepería. Ahora que el tiempo acompaña y las tardes llenas de luz se alargan más de la ocho de la tarde. Era la primera vez que montaba en bici desde hacía... puff, ni se sabe, y resumiremos brevemente la aventura:


- Ir en bici en medio de la ciudad, pese a múltiples tramos de carril-bici, es algo más peligrosillo que hacerlo por el campo. Tengo que levantar el brazo a la izquierda o a la derecha cada vez que giro a un lado o a otro.

- Mola dejar atrás a los transeúntes que van por la acera. Y que el viento te refresque la cara.
- No me acordaba de cómo iba eso de "cambiar de marcha". Piñones grandes, el piñón pequeño... Oh my God. Olvidé todo lo aprendido en mis años teens de bicicleta.
- Después de 15 minutos, afixiadita. Las muslos duelen por partes que ni se sabe que tenía. El culo ni te cuento. Ni lo siento. Las palmas de la manos algo enrojecidas gracias a manillares duros como piedras.

Estoy oxidadita perdida. Vamos a ver si cogemos el ritmo y me doy paseos en bici de vez en cuando. A lo Verano Azul. Pero aquí sin verano, sin azul y sin Chanquete, que como ya sabéis, ha muerto.

¿Foto?: Phoebe en su bici rosa

viernes, 22 de abril de 2011

De barbacue

Hoy en Viernes Santo me invitaron a una barbacoa y bebí vino blanco.
Tranquilos amigos, bien sabéis que mi fe no católica me lo permite...

martes, 19 de abril de 2011

¡El Chai Latte de mi vida!

He descubierto el chai latte. amigos. He descubierto un poco de Cielo aquí en la Tierra. La culpa la tiene mi santo varón, que estando todavía en Dublín pidió casualmente un chai latte en una visita al Starbucks. El viernes pasado me invitó a uno y desde entonces ya me habré tomado como 6. ¡El chai latte está buenísimo!

Chai latte no es otra cosa que el té chai con crema de leche. En cristiano, un té con leche caliente. El chai tea es muy popular en la mayoría de paises orientales, como Tailandia, Japón, China, aunque mayoritariamente lo consumen en la India. Básicamente se compone de té negro, acompañado de especias tan singulares y olorosas como el clavo, canela, cardamomo y jengibre. Un té al que se le debe añadir azúcar (o miel) para que conseguir un mayor sabor de las especias. Sin olvidar añadir media taza de leche caliente. De ahí el nombre de "latte".


El chai latte lo encuentras en los Starbucks de todo el mundo, y particularmente aquí en Dublín, en sitios como Avoca, Bewleys Café o Butlers Chocolate (toditas ellos cafeterías pijitas y con categoría). Aunque si te va más el tema del ahorro, te vas al Corte Inglés (en Dublín tenemos Mars & Spencer) o al propio Starbucks y allí consigues un paquetito por bastante menos dinero de lo que te cuesta un sólo chai latte en una cafetería.


En la fotito adjunta, la caja de Chai Latte que compré el otro día. ¿Mona, eh?


lunes, 4 de abril de 2011

Grandes frases de Dublín (y XX)

"La carrot cake es muy sana porque contiene verdura". (Conversando sobre tartas con mi compañera de piso)

jueves, 31 de marzo de 2011

Roxette are back!!

Tendría yo unos 10 ú 11 años cuando escuché por primera vez a Roxette. En casa encontré una cinta (de las llamadas de cassette) que ponía "Tourism", que era por lo visto una grabación de un concierto que el grupo grabó en directo y que una amiga de mi hermana mayor se la regaló a ella. Desde aquel momento que me puse a escuchar la cinta, Roxette se convertiría en mi grupo favorito. Después de todo, aquellas canciones que yo escuchaba eran la primera referencia musical de mi vida. (Bueno, Roxette y, según me han comentado, canciones de Demis Roussos...). Sin comentarios por favor.

El 11 de septiembre de 2002, Marie, la mitad del dúo, se cayó por las escaleras de su casa y se desmayó. Días después le diagnostican un tumor cerebral. Si no era operada de inmediato, moriría. Sólo una de cada veinte personas sometidas a la operación sobreviven. Marie fue una de las afortunadas supervivientes, pero de la noche a la mañana había perdido la visión de medio ojo. Y perdió la capacidad de hablar, leer y escribir. Con 50 años tuvo que aprender a hablar de nuevo. Quimioterapia, psicólogos, familia y la siempre terapéutica música han hecho el resto hasta el día de hoy. Podríamos decir que es un milagro que Roxette tenga un nuevo disco -Charm School- 25 años después de que sacaran el primero.

Ahí va uno de los singles, grabado es una habitación del hotel en Ámsterdan la primavera pasada, sin retoques de voz posteriores. Sólo la guitarra de él y la voz de ella; a veces dulce, a veces desgarrada. En definitiva, recuperada.

Bravo por ella.



Las VERDADES sobre mis compañeros de piso (2ª parte)


Kate -polaca ella- y Diarmuid-irlandés él- no son tan malos como parecen. Ayer, día 30, me compraron esta mini tarta para festejar mi cumple (Es que el 29 salí a tomar unas cervezas con los del trabajo). Con frutitas y todo.
Eso sí, les pillé sacándola de la nevera antes de la 'gran sorpresa'. Ejem. Qué más da.

domingo, 27 de marzo de 2011

Con ustedes, el scone

Esto que veis en la foto es el famoso scone. Podría pasar por una roca de río o una esponja de ducha de 1995, pero no, es algo comestible. Y sí, su aspecto no es muy apetecible que digamos.
Es el "pastrie" o bollo por excelencia de estas tierras irlandesas, aunque en otros países como Estados Unidos también lo tengan. Cheque si no, algún capítulo de "Friends", donde en más de una ocasión lo mencionan.

Es scone es como un croissant al que se normalmente se abre por la mitad, y se le unta de mantequilla y mermelada. Lo más golosos cambian la mantequilla por la nata. Sí, sí, nata montada de toda la vida.

El scone no es dulce ni salado. Y no es particularmente sabroso, sino todo lo contrario. Tienes que tomarlo con algo líquido, tipo café, té o zumo porque las probabilidades de ahogamiento son elevadas. En otras palabras, no tiene una textura al paladar ligera, sino que es es consistente, a veces hasta pesado de digerir.

Lo cierto es que ni a mi santo (que en Madrid ahora pernocta) ni a mi nos convenció desde el primer día, pero poco a poco y a prueba de probarlo, fui cogiéndole el gusto y ahora lo tomo de vez en cuando. Eso sí, tiene que ser un scone de categoría, no cualquier scone ordinario que puedas pillar en la primera cafetería. Por ordinario me refiero al más sencillo, al que llaman fruit scone. Y por eso de fruit se entiende pasas.


En todo Dublín he encontrado ricos scones en dos sitios:

- Avoca. Tienda, restaurante, cafetería más fashion y elegante de Dublín. Avoca hornea sus propios scones rellenos de frambuesas, fresas, arándanos y demás frutas silvestres.

- Keoghs. Una pequeña cafetería cerca del famoso Trinity College. En el menú pegado al cristal de la puerta los de Keoghs ya te venden que son 'famosos por sus scones'. Famosos no sé si serán pero tienen al menos 8 variedades de scone: scones con pasas, integrales, con fresas, con frambuesas, con arándanos, con manzana y vanilla o de plátano. Y después de tomar un par de ellos, he de decir que si que están buenos.


Pero que nadie se alarme, que donde estén unos churros con un cafecito con leche...


¿Foto?: Blueberry and Apple Scone

lunes, 21 de marzo de 2011

Las VERDADES sobre mis compañeros de piso

Ya está bien de tonterías. Vamos a contar las verdades. Verdades como puños. La verdad nos hará libres, dijo Jesús de Nazaret.

Mi compañero de piso irlandés es un coñazo. Un coñazo en lo que a alimentación se refiere.

Recuerdo yo toda ilusionada el día que preparé, a modo de bienvenida para mis dos nuevos compañeros de piso con los que me mudaba, un par de platos a la hora de la cena consistentes en un surtido de queso manchego, paté y fiambres varios, como lomo, jamón serrano y alguna delicia más de mi tierra natal y querida. Todo regado con un vinito (qué cool queda eso de 'regado', ¿eh?) Ay cómo comía mi compañera polaca, con qué devoción, con qué alegría, agradecida por esa sorpresa culinaria. Pero ay del otro, el irlandesito. I only like chesse. Thanks. No pathé, no raw food, cured meats, or something like that. O sea, nada de fiambres. Rarito, rarito, ya me pareció un poco.

Ahí no queda la cosa. Al día siguiente pongo café en la cafetera de filtro. De esas malillas que tanto le gustan a mi Juanillo. Uy, huele a café. Me dice. Sí, me estoy haciendo café. ¿Quieres un poco? No, no, no me gusta el café, sólo tomo tés. Abierta la confianza mañanera le pregunto en mi escasito inglés qué qué comidas o alimentos no le gustan aparte de los fiambres y el café. Y va y me dice que no come pescado ni marisco. Es más. Odia el olor, hasta ponerse enfermo. Es verdad que parecía pálido al ver unas anchoas en aceite de oliva el otro día.

Más peripecias. Esta noche me he hecho por primera vez una sopa de ajo. Yo solita. Y me ha sabido a gloria. Por momentos me he trasladado atrás en el tiempo a cuando era chiquitita y la abuela Quite la hacía de cena en los veranos de Santo Domingo de las Posadas. El irlandés ya estaba farfullando desde el living room (porque es que aquí nada de comedor, queridos, aquí somos más fashions, el living room) qué cómo olía a ajo. Claro, le digo, porque me estoy haciendo una sopa de ajo, muy típica en España y que es buenísima para el corazón.

Darling, te voy a decir la verdad. Si no te gusta el café, el paté, el salchichón, el chorizo, el jamón, las gambas, el bacalao, el salmón, los calamares, el sushi, el vino tinto o el ajo, perdona querido, pero eres raro. Y no te vengas a vivir en España que morirías de hambre.
¿Foto?: A éste no le gusta el comercio; le gusta el bebercio.

martes, 1 de marzo de 2011

Caracol-col-col saca los cuernos al sol

Estos días Dublín está llena de caracolillos que sacan sus cuernos al sol. Sus cuernos, sus brazos, sus piernas... Todo, todito, todo. Maravillados de esta primavera anticipada (esa que cantaba Laura Pausini con James Blunt) con la que estamos siendo bendecidos por estas tierras siempre tan grises. Yo hoy me he levantado buscando ése, mi rincón favorito de estas mañanas lúcidas, ése donde me tomo un café con tostada mientras leo las páginas de mi libro, y los rayos del sol calientan mis mejillas y me ponen de un mejor humor con el que entré al lugar.
Cruzo los dedos para que estas mañanas de sol nos duren mucho tiempo, que no hay nada más agradable que ver las caras de los dublineses alucinados con tres días seguidos sin ver cielos grises como el plomo. Y qué decir de los comentarios que se oyen en las tiendas, en las cafeterías, en las calles. What a lovely day! So sunny, isn't it?
La camarera de esta mañana me despidió con un "Enjoy the lovely sun!" Oh, querida, yo que vengo del sol España, lo haré.

miércoles, 16 de febrero de 2011

The Bag

Aoife, en la cocina. Yo, donde los lavavajillas.
Aoife: Can you pass me the bag?
Yo: The bag? What is the bag?

The bag era la MANGA PASTELERA.

Que el inglés sea así de simple y que a los españoles nos cueste tanto hablarlo... No tenemos perdón.

lunes, 14 de febrero de 2011

El mejor peor Día de San Valentín

11:15 de la mañana preparo un café para llevar mientras dos clientes entran, les ofrezco el menú y se sientan en una esquina del restaurante. Otra pareja de ejecutivos sentada en una mesa junto al cristal de la entrada pagan y abandonan el restaurante. En ese momento, una pareja formada por una mujer y un hombre entran y deciden sentarse en la mesa que acaban de abandonar los anteriores clientes, con la consiguiente prisa de tener que recoger las tazas, platos, etc y limpiar a toda prisa la única mesa sucia del todo el resturante. Amablemente les digo que si no les importa sentarse en alguna mesa de interior del restaurante que esté limpia, porque limpiar me va a llevar unos minutos y tengo cafés que preparar. Ni puñetero caso, que se quieren sentar ahí y ahí es donde se sientan. Así que termino de hacer el café "'take away" a la clienta, recojo los chacharros sucios de la mesa y voy corriendo a tomar la orden de la mesa de la esquina. De vuelta a la máquina de cafés a preparar los tés que me han pedido y de paso a tomar la orden de dos señoras que acaban de entrar y me llaman violentamente desde la otra mesa que hay junto al cristal de entrada. Oye perdona, ¿la sopa del día? Brocoli, contesto yo. Pues yo quiero la sopa del día que viene con la oferta. Sopa y ensalada. No, lo siento,la oferta especial es sopa más sandwich pequeño. Pues yo quería ensalada, que soy vegetariana. ¿No podéis poner media ensalada? No, sólamente hacemos la ensalada completa y además la oferta es sopa más medio sandwich. Pues a ver qué voy a comer entonces si no hay sandwiches vegetarianos. Tenems sandwich de atún. Uy, atún, no me gusta. Si quiere le ponemos la sopa y un sandwich en pan de semillas, con lechuga, tomate, cebolla roja, un poco de queso... Vale, con queso cheddar entonces. Lo siento, no tenemos cheddar. El queso comte se parece bastante. Vale, pues con ése. 10 minutos para tomar una orden y el señor de la otra mesa junto a la entrada me exige pasar la bayeta a la mesa. Si, deme un minuto, ahora voy. Le limpio la mesa y le pregunto qué quieren tomar. Dos cafés con leche y scone. Lo siento, se nos han acabado los scones. Bueno, pues un croissant. Me giro y voy a meter el croissant en el horno para que esté calentito. Pero el señor me grita cuando estoy de espaldas y me pide que le corte el croissant en dos mitades, para compartirlo con la otra mujer, supongo. Claramente una acción que él mismo debe ser incapaz de hacer en la propia mesa con el chuchillo que tiene delante. Cuando por fin llevo las dos mitades del bollo y los cafés a la mesa, me doy cuenta que tengo los tés de la mesa de la esquina a medias. Rematamos la jugada con una nueva llamada de la mujer vegetariana que me pide que también le pase la bayeta a su mesa. El coraje que me entra es tal que me pongo de tan mal humor, pero de un malísimo humor que exploto y me pongo a llorar. Y me pasa ahí, delante del restaurante. Y no puedo parar. Y mi jefa, que me abandonó por tener que resolver asuntos en la oficina contigua, regresa y asiste en vivo y en directo a mis lagrimones en los probablemente peores quince minutos de mi historia en este restaurante. Le pido que me deje poner algún lavavajillas para que no me vea nadie mientras se me pasa la llorera. Media hora después le explico el por qué de tanta lágrima. Me da un abrazo, le doy las gracias y le digo que deberíamos poner un saco de esos de boxeo para descargar nuestra ira ante clientes de ese tipo. Ahí, en el cuarto de los lavavajillas, donde el cliente no lo vea. Se ríe del chiste. Al final de la mañana, un grupo de jóvenes que abandonan el restaurante tras comer, se dejan una rosa roja olvidada en la mesa. Le llevo la rosa a la última chica que alcanzo en la puerta de entrada. No, no la he olvidado, la he dejado para tí. ¿Para mí? Sí, para tí. Muchas gracias, le digo.
Como yo decía, el mejor peor San Valentín de mi vida. ¿Qué me deparará el siguiente?

domingo, 6 de febrero de 2011

Black Swan


Como vien siendo costumbre, tarde de frío, viento y lluvia en Dublín. Lo que se conoce como una tarde de perros. Por delante todavía quedan algunas horas antes de que expire el domingo y al final he tenido que ir al cine yo solita porque nadie ha querido acompañarme a ver el Black Swan. Que si es un dramón, que si debe ser muy rara, que debe dar miedo, que mejor reírse en el cine que no llorar... Todo son excusas. A tomar viento fresco todos. Que yo quería ir al cine porque tenía unas ganas locas de ver a Natalie Portman en esta nueva de Aronoksky.

107 minutos después me esperan 25 minutos de caminata hasta casa bajo una lluvia torrencial, pero en mi cabeza sólo hay espacio para una palabra. Y encima la pienso en inglés. Brilliant. Black Swan es estupenda, brillante, perfecta. Una obra maestra. Y ya da igual que me cale hasta los huesos y que la lluvia me estropee los zapatos de piel.

jueves, 3 de febrero de 2011

¿Cuál es el colmo...



... de un española (sin vergüenza) que se mete en un avión rumbo al extranjero? Respuesta: Comerse un bocata de tortilla de patata con cebolla en pleno vuelo para deleite oloroso de los demás pasajeros.

La culpa la tiene Monchita, que vaya arte que tiene en esto de hacer tortillas.

sábado, 15 de enero de 2011

Spanish (Post) Christmas Selection. Y olé!

Un foto del surtido navideño que he preparado para mis compis polacos, húngaros, irlandeses, franceses y portugueses a mi vuelta de navidades.

Vino de moscatel, mantecados, alfajores, hojaldres, turrón del 'blando' y turrón de chocolate con almendras. Y parece que gusta, porque en la tabla de madera se notan los huecos.

Qué manera de ganarse al personal, ¿eh?


viernes, 14 de enero de 2011

Grandres frases de Dublín (y XIX)

Despúes de traer a mis compis de trabajo una pequeña selección de dulces navideños, consistentes en mantecados, alfajores y un par de turrones, una compañera irlandesa llamada Una (si, como "a la una, a las dos, y a las tres"), agarra un mantecado y me pregunta qué lleva.

- Harina, azúcar, huevo, grasa de cerdo y un poco de canela, le digo yo.
- ¿Grasa de cerdo?
- Sí, mantequilla de cerdo.

A continuación, mueca de disgusto. Prueba chiquilla, ya verás cómo te olvidas del cerdo y de toda su familia porcina.

Y digo yo, con la de cantidad de carne que se zampan estos irlandeses, ¿se extrañan de qué se coman un dulce hecho con la grasa del cerdo? Para reírse.