lunes, 23 de febrero de 2009

Casas y canales

Ámsterdam, al igual que Venecia, goza de multitud de canales (por eso se la denomina la “Venecia del norte”), construidos de forma circular en torno al casco antiguo en el siglo XVII. Y es que el agua la da ese aire romanticón y tranquilo a la ciudad, que hace que sea tan deliciosa. Aunque también contribuyen a la belleza la especial arquitectura de las casas holandesas. En la guía que me llevé había un desplegable de 3 páginas comentando cómo están construidas estas casas junto al río y las diferencias que hay entre ellas. Os aburriría sobremanera si os contara lo que pone en esas páginas, así que mejor os enseño la foto y deciros que cuando las ví tenía la sensación de que dos gigantescas (y ficticias) manos habían estrujado por ambos lados las casas, de tal forma que quedaban así de estrechitas.


¿Fotos?: Un canal / Una calle

domingo, 22 de febrero de 2009

Coffeeshop o Febo: That was the cuestion…

Fumar en el típico lugar por excelencia de Ámsterdam… o comer fast food barata… y mi santo y yo nos decantamos por lo segundo, que eso de llenar la panza a nosotros nos tira mucho. Lo curioso es que cuando uno vuelve de Ámsterdam la primera pregunta que te hace la gente es, ¿y comiste una magdalena alucinógena en el coffeeshop? Y yo tengo que responder “pues no”, y que mejor me lo pasé comiendo un febo. ¿Y qué es eso de febo? Pues un “Brillante” holandés, un lugar de paso para matar el gusanillo con alguna de sus croquetas, hamburguesas, empanadillas y demás fritangas raras y con saber picante y a avecrem. Primero: echar las moneditas con el importe exacto de la fritanguilla que te quieres llevar. Segundo: Abrir el cristalito y coger el producto. Tercero: Comerlo de pie en una barra que hay al lado. Vamos, a los Coffeeshops que vayan otros…

¿Fotos?: Coffeeshop / Febo

miércoles, 18 de febrero de 2009

El barrio rojo

El famoso barrio rojo de Ámsterdam es lo más pintoresco que he visto en una ciudad (Eso y que los gatos domésticos se paseen como en su casa dentro de los restaurantes… ays, qué grima me dio, por Dios) En esta área, llena de sex shops, tiendas de lencería y de preservativos con las formas más inimaginables del mundo, están las casas-escaparate donde se exhiben y venden las prostitutas. Tú vas caminando tan tranquilamente por una calle de lo más normal y concurrida y de pronto ves, tras una puerta de un local que parece un casa, a una tía casi desnuda poniendo posturitas y gestos para que el cliente se anime y entre. Detrás del cristal, una cortina de lo más finústica, (y que suele estar corrida hacia un lado) apenas esconde una especie de camilla y un váter de lo más cutre. Muchas de ellas siliconadas, artificiales, pero ofreciendo su cuerpo como el carnicero que exhibe en su escaparate lo mejor de sus carnes. A mí me dio pena pasear por allí, por mucho que esté regulado, pero respeto la profesión más antigua del mundo y a aquellas que lo ejercen si verdaderamente así lo desean. Algo que también proclama esta chica llamada “Belle”, que debajo tiene una placa que dice en inglés: “Respect sexworkers all over the world”.


¿Fotos?: Estatua de Belle / Placa en una de las aceras del barrio rojo

martes, 17 de febrero de 2009

La bici

El transporte principal de Ámsterdam. No contamina, es saludable, pero cuidadín con ellas que están por todas partes y los lugareños (¿como se llaman los habitantes de Ámsterdam?) van como locos conduciendo. Puedes morir atropellad@ como cruces una calle sin mirar a derecha y a izquierda, arriba y abajo, delante y detrás y sabe Dios por qué deícticos más. Y qué muerte tan tonta. Hay bicis hasta debajo de las piedras. Y son viejas, algunas oxidadas, con sillín adicional para ir con niños, o con un remolque delantero para llevar el bolso. Y en ellas he visto a gente hablar por el móvil y a chicas pedaleando con tacones. Ah, y las puedes tunear al gusto. Jo, yo quiero una como la de la foto inferior.

¿Fotos?: Montón de bicis en el barrio rojo / Bici tuneada

I amsterdam

El lema de la ciudad. El lema de esta ciudad de tulipanes, bicis y quesos. Es verdad que cuando estamos en Ámsterdam nos hacemos un poco holandeses. Querríamos pasear toda la vida en bicicleta por sus múltiples canales mientras se disfruta del viento en la cara. Y aunque llueva, las gotas no parecen molestarte tanto como aquí en España. En Ámsterdam la gente es sonrosada y amable y desayunan pancakes, (con toda clase de natas y siropes de sabores por encima… y azúcar glass a modo de decoración) que son como unas crèpes tan gigantescas como los propios habitantes. Y unas veces beben cerveza Amstel y otras Heinken, y se ponen morados a croquetas y a hamburguesas en unos lugares llamados Febo, que están por todos los rincones de la capital. Les preguntas por una calle y aunque no sepan indicarte se despiden deseándote un buen día. Y presumen de tener el Museo Van Gogh (moderno, atractivo y con pinturas exquisitas) y souvenirs en forma de zuecos de madera. Ámsterdam mola. I amsterdam.

¿Foto?: I am-sterdam

jueves, 12 de febrero de 2009

Preysler Button

La Preysler y Benjamín Button tienen una cosa en común: ambos van rejuveneciendo con el paso de los años. Esta conclusión absurda se me pasó por la mente ayer cuando comía con mi santo. Simple, vale, ¿pero a qué ninguno lo había pensado antes, eh? (Por cierto que hay parecidos razonables entre Benjamín Button y Forrest Gump que mi santo señala a través de un vídeo en su blog y que merece la pena que lo echéis un vistazo. http://undeloreanquevuela.blogspot.com/2009/02/mi-curioso-caso-con-benjamin-button.html).
Si no fuera porque el señor Benjamín salió de la mente de Scott Fitzgerald en 1921, yo diría que se hubiera inspirada en la señora de Porcelanosa para escribir su relato. Aunque de dónde hemos sacado que esta señora haya nacido después de 1921… Yo cumpliré 60 años e Isabelita seguirá pareciendo una pipiola de 27. A mis 70 haré jerseicillos de puntos a mis nietos sentada en mi mecedora mientras que Isabel andará de botellón por el campus de Ciudad Universitaria. Y cuando cumpla 80 ella tendrá 7 y sustituirá los anuncios de baldosas y bombones dorados por los del champú Johnson & Johnson. Qué suerte tienen algunas.

¿Foto?: Isabel Preysler en el 2043

miércoles, 4 de febrero de 2009

The best of the Goya’s

Ni el atractivo de Benicio del Toro ni los saludos espontáneos a cámara del padre de Santiago A. Zannou. Para mí lo mejor de la gala fueron sketches como éste de los de Muchachada Nui. ¿Quién no se parte de risa tras verlo?

http://www.youtube.com/watch?v=S0V6gYQZtI0


¿Foto?: Los muchachados en cuestión

martes, 3 de febrero de 2009

Operación Choni

Tras ver a Tom Cruise en Operación Valkiria, yo tuve mi particular operación contra los malos. Es este caso, la Operación Choni. Choni: dícese del adolescente, chico/a del siglo XXI, modernitos, llenos de piercings, mal hablados y de mala dicción, fumadores compulsivos, (especialmente ellas) y escuchadores de música por el móvil a máximo volumen… y sin cascos. El domingo viajaba en el metro pasada la una de la madrugada cuando un grupo de 15-20 chonis que fumaban y bebían cubatas, empezó a encararse contra un tipo árabe, también bastante piripi, por cierto. Yo observaba con recelo la escena a menos de dos metros cuando en cuestión de segundos, los chonis empezaron a empujar violentamente al árabe y éste salió corriendo hacia el otro extremo del vagón mientras los chonis se quitaban los cinturones y corrían tras él para pegarle. Los que iban sentados tan tranquilamente en ese lado del vagón corrieron asustados al lado contrario, donde yo me encontraba. Me levanté sin pensármelo un segundo a tirar de la palanca de emergencia pero estaba tan dura que necesitaba ayuda. Se la pedí a una chica que estaba embobada con la dantesca escena. “Por favor, ayúdame a tirar de esto”. Y a la segunda vez en un tono más fuerte reaccionó. Entre las dos tiramos de la palanca y el vagón se paró al instante mientras se bloqueaban las puertas y sonaba un ensordecedor pito. La mala suerte fue que una de las puertas no se quedó bloqueada y por ella empezaron a salir como gacelas todos los chonis. Dos niñatas llenas de piercings y masticando chicles con la boca abierta empezaron a gritar que “quién coño había parado el tren que no iba a llegar a tiempo a pillar el bus”. A éstas si que daban ganas de pegarlas con un palo. De pronto veo tambalearse por el andén al árabe, que lleva la mano sangrando y un corte en la mejilla derecha, de la cual caen gotas de sangre. A los cinco minutos hace su aparición el conductor del vagón que pregunta quién ha tirado de la alarma y por qué. Yo le contesto y le cuento la pelea. Conecta de nuevo la alarma y el vagón se pone en marcha. Por allí no aparece ni la policía ni seguratas ni nadie. A la gente le importa un bledo que una panda de niñatos apaleen a un árabe. Y a mi se me queda la cara de tonta ante tanta incapacidad. Como estamos en Madrid y aquí todo el mundo va borracho perdido, que pasen esas cosas debe ser lo más normal del mundo. Qué asco de gente borracha, de chonis delincuentes y de gente incapacitada. ¿Y estos son los chavales del mañana? Vamos de culo… y cuesta abajo. Qué ganas tuve de tener una metralleta liarme a balazo limpio.

¿Foto?: Éste no se anda con chiquitas.