Fumar en el típico lugar por excelencia de Ámsterdam… o comer fast food barata… y mi santo y yo nos decantamos por lo segundo, que eso de llenar la panza a nosotros nos tira mucho. Lo curioso es que cuando uno vuelve de Ámsterdam la primera pregunta que te hace la gente es, ¿y comiste una magdalena alucinógena en el coffeeshop? Y yo tengo que responder “pues no”, y que mejor me lo pasé comiendo un febo. ¿Y qué es eso de febo? Pues un “Brillante” holandés, un lugar de paso para matar el gusanillo con alguna de sus croquetas, hamburguesas, empanadillas y demás fritangas raras y con saber picante y a avecrem. Primero: echar las moneditas con el importe exacto de la fritanguilla que te quieres llevar. Segundo: Abrir el cristalito y coger el producto. Tercero: Comerlo de pie en una barra que hay al lado. Vamos, a los Coffeeshops que vayan otros…
¿Fotos?: Coffeeshop / Febo
1 comentario:
¡¡Febooooo!! Buen sabor a avecrem, sí, señor. Buen colocón de febos nos pillamos.
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