jueves, 30 de abril de 2009

Joaquín Reyes versus Juan Rodríguez

Si no tuve suficiente con el del otro día de la Elss, ayer volví a disfrutar de más “chows”, cortesía de M80, que me obsequió con un flyer (qué moderna me he vuelto) como invitación para ir a ver anoche la presentación del libro de masas “No ser nadie es fácil si sabes cómo”. De masas más que nada porque está escrito por 18 personas. Uno de los colaboradores es Joaquín Reyes, ése que inventó Muchachada Nui y que he catalogado como majo porque se para a firmar autógrafos y a hacerse fotos con los fans. Incluida una foto conmigo a través del móvil que no os enseñaré nunca porque salgo fea. Así de cerca Joaquín es muy blanquito (parece sueco), muy rubio (parece noruego), de ojos azules (parece finlandés). Otro de los colaboradores es Juan Rodríguez. Moreno (parece español), peludo (parece español), es de piel amarilla (parece un simpson). Os diré que éste último es mi querido santo, y aunque reniegue de mí nada más leer estas líneas (sin duda alguna por lo de simpson), salió anoche al escenario con dos webs para hacer un monólogo mezclando varios que ha escrito y que encontraréis en el susodicho libro. Sus nervios ante 300 personas fueron directamente proporcionales al éxito que tuvo. Que luego al acabar parecía Messi firmando autógrafos, que saludaba a todos y besaba a todas. (Sí, sí, a todas, que no os quité ojo) Y aunque él sigue pensando que tras su monólogo se fue por la puerta chica, los 300 (o más) allí congregados vimos claramente cómo un puntito luminoso atravesaba la gigante puerta invisible que cruzan todos aquellos agraciados con esa cosa llamada talento.

¿Foto?: El santo, claro.

martes, 28 de abril de 2009

La importancia de cortarse el flequillo

Cuando una se corta el flequillo se produce una hecatombe de piropos y halagos en tu entorno más cercano. No sé sabe muy bien a qué se debe, pero pasa. Lo cierto que es de buenas a primeras la gente ya capta que estás distinta. “¡Te has cortado el pelo!”, te dicen. Y aunque el flequillo es también pelo, no lo consideremos como tal… Y para dar menos importancia al cambio, soltamos, “no, el pelo no, sólo el flequillo”. Como para desviar rápidamente la conversación a otra cosa de mayor importancia… Pero ese leve recorte nos pone por unos segundos en el punto de mira de los que nos observan y se dan cuentan. Porque, hasta el que menos creemos que se ha parado alguna vez a observarnos, también se ha dado cuenta. Quizá haya que recortarse el flequillo de vez en cuando. Para estar más guapa, sí. Y para subirnos la autoestima.

¿Foto?: La señorita Amaral y su flequillo

miércoles, 22 de abril de 2009

El show de Elss

Hay días en la vida de una persona que ve amenizada su mañana rutinaria por un “show”. Me explico. Puede ser que te coincidas en el bus con unas amigas con las que ir amenizando el viaje al trabajo, puede ser también que una de ellas, con una euforia fuera de sí (dado que hoy ya estamos a mitad de la semana) exclame en voz alta: ¡ánimo chicas, que ya es miércoles!. Pero lo que no puede ser es que Elsa, la choni mayor de la familia, contagiada por esa felicidad matutina, rompa la cuerda de su collar primaveral y todas las bolitas de su collar salgan disparadas y rodando en todas las direcciones del intercambiador de Plaza de Castilla. Fue el show de Elss, en el que las cuatro participamos para ir recogiendo una por una las bolitas de colores de lo que minutos antes parecía un collar de lo más guay y resistente. De hecho contamos con la generosa participación de un par de ciudadanas anónimas que hicieron sentadillas para coger las bolitas juguetonas que no se ni cómo ni por qué pero llegaron también hasta el andén viajando entre la ropa, en la lengüeta de las zapatillas y en el pelo de Elss. Puede que tú no hayas sido uno de los cientos de madrileños que no han visto cuatro traseros arrastrándose por los pasillos del metro de Plaza de Castilla esta mañana, lástima, pero intentaremos repetir el “show” cualquier mañana de éstas. Una última recomendación para hoy si viajas en el metro de Madrid: vigila bien por dónde pisas, no sea que una bolita colorida de madera te provoque un tonto resbalón.

¿Foto?: El collar y las lentejas

domingo, 19 de abril de 2009

A mí me gusta el pipiripipipí

Ni el formol ni las cremitas de Astor, el secreto de la eterna juventud es el vino. ¡Toma ya! Ahora resulta que los científicos han descubierto una sustancia en el vino llamada resveratrol que mejora la salud y alarga la vida…de ratones entrados en “grasa”. El estudio sólo se ha llevado a cabo en ratones pero no sé por qué no dan ya por hecho que en los seres humanos los resultados serán los mismos. Si no, que se pasen por cualquier bar de mala muerte de cualquier pueblo de España, que están llenos de viejillos que entre croqueta y pincho de morcilla una copita de vino tinto para que pase mejor la grasa. Si vuelves al mismo pueblo el año que viene, verás a los mismos viejillos igual de coloraos y sanotes tomándose sus “chatos”. Y así hasta no sé cuanto años más. Yo en mi pueblo todos los años, los mismos de siempre. Allí deben de estar de resveratrol a tope.

¿Foto?: Estos egipcios también le daban al pirriaque

miércoles, 15 de abril de 2009

Hugh Jackman: EL HOMBRE

Sí, amigos, (especialmente los de género masculino) este post era de obligado cumplimiento aunque ya estéis hasta en la sopa de la noticia de que Hugh Jackman estuvo anoche en el programa de El Hormiguero. Pero no nos engañemos, la noticia no es que estuvo sino que SE COMIÓ a Pablo Motos y a todo su equipo con patatas fritas del Burguer King. Qué arte tuvo, qué simpático, qué “salao”, qué gracioso, qué showman, qué guapo, qué cañón estaba, qué brazos, qué pelo, qué sonrisa, qué tó. Con un simple polo negro y pantalones a juego no se puede estar más guapo. Este hombre ha llegado al máximo de belleza… del planeta Tierra, bueno, del universo, como él mismo corrigió.
Yo anoche estaba tan emocionada que quise compartir mi dicha con mi santo al que llamé telefónicamente después de dejar el salón lleno de babas. Le pregunto que si ha visto a Lobezno en la tele y ambos no tardamos en llegar a la conclusión de que nos parece que es simpatiquísimo y que está buenísimo. Vaya dos.

miércoles, 1 de abril de 2009

Escenas de cine… Toma 7

No hace falta saber francés para entender la escena, ¿no? Gran clásico del siglo XXI de familia esperpéntica pero entrañable. Una joya de peli esta "Pequeña Miss Sunshine".