miércoles, 28 de noviembre de 2007

A ti

¡Ay!, cuántas cosas perdidas
que no se perdieron nunca.
Todas las guardabas tú.

Menudos granos de tiempo, que un día se llevó el aire.
Alfabetos de la espuma, que un día se llevó el mar.
Yo por perdidos los daba. Y por perdidas las nubes
que yo quise sujetar en el cielo clavándolas con miradas.
Y las alegrías altas del querer, y las angustias de estar aún queriendo poco, y las ansias de querer, quererte, más.
Todo por perdido, todo en el haber sido antes,
en el no ser nunca, ya.

Y entonces viniste tú de lo oscuro, iluminada
de joven paciencia honda, ligera, sin que pesara
sobre tu cintura fina, sobre tus hombros desnudos,
el pasado que traías tú, tan joven, para mí.
Cuando te miré a los besos vírgenes que tú me diste,
los tiempos y las espumas, las nubes y los amores
que perdí estaban salvados.
Si de mí se me escaparon,
no fue para ir a morirse en la nada.
En ti seguían viviendo.
Lo que yo llamaba olvido eras tú.

Pedro Salinas
La voz a ti debida.

¿Foto?: Enamorados en Praga

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Elsita la sarcástica

Escribo este post porque me dijo mi hermana que lo pusiera mañana (por hoy) en el blog. Quiere que cuente a toda España lo que nos pasó ayer en el viaje en autobús de camino a casa. Resulta que procurábamos hablar y mantener la normalidad en nuestra conversación, pero no, no era posible. ALGO nos lo impedía. Yo quería leer un libro que llevaba, pero no había manera. Un música infernal, repetitiva y polifónica, que alguien nos regalaba con su móvil, nos martilleaba los oídos. Veinte minutos sin decir nada del asunto, hasta que Elsita me dice: “Es el niño ése de allí delante, el que está con el padre. Ya podía quitarle el móvil al niño. ¿Qué hace un niño con un móvil?”. En verdad era un niño que no tendría más de dos años. Pero ahí estábamos en ese infierno emocional de la horrible musiquita del móvil. “Hija es que es la moda, ahora los adolescentes les da por llevar la música para que la escuchemos todos en el vagón del metro o en el autobús”, le digo yo. “¿Y para qué lo hacen, para decir ‘mira cómo mola mi móvil que tiene música y todo’?”. Elsita estaba un poco sarcástica. Y me lo estaba pegando. “A mi me gustaría llegar hasta el padre, quitarle el móvil y pararme donde el conductor y decirle, por favor, abra usted la puerta. Y que él abriera la puerta y arrojar el móvil. Y volverme al sitio tan digna”, le digo yo. Y Elsita añade más sarcasmo. “Yo arrojaría al móvil y al niño por la puerta. Y al padre también”. “Qué sarcástica te estás volviendo hija. Te lo estará pegando Víctor, que también es un poco sarcástico”, le digo yo. Víctor es el novio de Elsita. Es muy sarcástico y está muy bueno. Mi santo dice que se parece a Van Nilsterroy del Real Madrid. Y yo le digo que de eso nada, que no se parecen y que Víctor está bueno, y Van Nilsterroy es feo. Repitamos: Víctor está bueno y Van Nilsterroy es feo. Bueno, que nos desviamos del asunto, el caso es que por fin llegamos a Sanse y se bajan el niño, el padre y la música del demonio. Y una mujer que también quiere bajarse le hace una carantoña al niño y le dice al padre... Esto es muy fuerte... Agarraos las cachas que pueden salir despavoridas: “Ay qué niño tan simpático que nos ha deleitado a todo el autobús con esa musiquilla”. Y NO ESTABA UTILIZANDO EL SARCASMO. ¡Qué se había bebido esta mujer! Está loca o sorda, o las dos. Elsita me hizo una gran confesión. “Lo que pasa es que como yo no me atrevo a decir a la gente las cosas a la cara, utilizo el sarcasmo para decirlo”. Qué gran verdad. A mí también me suele pasar lo mismo. Con los años noto que me estoy volviendo más sarcástica. ¿Será porque en el autobús íbamos leyendo ella a Woody Allen y yo a Elvira Lindo?

¿Foto?: Elsita y su sarcasmo descansan en una piedra

viernes, 16 de noviembre de 2007

Pero-qué-guapo-por-favor

Anoche llegué a casa después de spinning (qué moderna, ¿eh?) y llamo a mi santo por teléfono. Lo primero que me dice, ¿qué pasa que no estás viendo a Kylillo? Respondo yo. ¿A Kyle? Dice él. Claro, está en la tele, en El Hormiguero. ¿En El Hormiguero? ¡Qué dices!. Que si, que está en Cuatro. Allá que voy yo para el comedor y doy el grito a las hermanas. Corred, poned Cuatro, poned Cuatro.... Y ohhhhhhhh, ¡Ahí estaba Kyle de verdad! ¡En el programa de Pablo Motos! Y llega la frase clave: Pero-qué-guapo- por- favor. Yo soy muy de esa frase cuando alguien me gusta a rabiar. Y a todo esto, mi santo al otro lado de la línea escuchando mis comentarios sobre belleza varonil. Había una disyuntiva grande. Dos hombres guapos... y una mujer desesperada por los dos. No podía dejar de mirar a Kylillo pero tampoco podía dejar de oír a la voz más sexy de M-80. (Publicidad bastante descubierta) Mi santo volvió a hacer honor a su nombre y entendió que Kyle pertenece a los de pero-qué-guapo-por-favor y emprendió la retirada telefónica. Ahí estaba el muchacho en la tele y no se enteraba de nada. Ni Pablo Motos ni nadie del equipo hablaba ni papa de inglés y una de las hormigas tuvo que ejercer de traductora. Y en un inglés más que precario. Qué gañanes. Mira que no ponerle un pinganillo o algún traductor al lado para que fuera contestando a las preguntas. ¿Será por eso por lo que sonreía tanto? ¿Pensaría por dentro pero-dónde-me-han-traído-que-no-me-entero-de-nada y los españoles-están-todos-locos? Probablemente. Pero aunque no te enteres de nada, tú sonríe Kylillo y sigue mostrando esa carita de ángel y esa voz tan profunda y bonita que tienes. Y perdona si no te ponemos traductor, pero es que en España somos así.

¿Foto?: Foto de Kyle que me ha robado Google, otro gañán ;-)

lunes, 12 de noviembre de 2007

De panes y niños y modernidades

Dicen que los niños nacen con un pan bajo el brazo. Eso está bien, porque han subido las cebollas y el pan no te quiero decir nada, pasado mañana tenemos que comer el salami a palo seco. Así que si vienen con una baguette calentita bajo el sobaco algo nos ahorraremos, digo yo. Pero el caso es que no os quiero hablar de panes, sino de los bebés que sujetan esos panes. Iba yo el otro día en el autobús camino de casa cuando me pongo a oír la conversación de dos señoras que estaban sentadas delante mía. Una de ellas le enseñaba la foto de su nieta recién nacida y la otra le decía que qué bonita, que era preciosa. Voy y me asomo un poco y… no señora, la niña no es bonita, es fea y con alevosía. Y no, no soy bruta, no, no, soy sincera, porque las cosas como son: el 97% de los recién nacidos son feos y no hay más discusión. Un recién nacido está morado, en el mejor de los casos colorao como un pimiento y tiene unas cacho ojeras a lo Peter Lorre. Y algunos tienen mucho pelo, demasiado y muy negro, y los ojos… ¿habéis visto cómo son los ojos? ¡Que dan miedo! Así tan azules, como de androide… ¡Cómo van a ser bonitos si acaban de salir de un sitio donde estaban tan agustito, calentitos y buceando todo el día! Pues es normal que tengan esa cara porque están cabreados con el mundo (y eso que no saben qué significa mundo) y salen enfuruñados y arrugados. Luego ya se pondrán guapos o no, dependiendo de la suerte y la genética de los progenitores. Pero eso va sucediendo con el paso de los meses, señora del autobús. Que se lo digan a George Clooney que era un bebé que daba miedito (que ví su foto el otro día en una revista)… pasaron los meses y los años, y se mejoró la cosa, ¿no? Yo nací un poco feucha y pelona, lo reconozco, es bueno reconocerlo, todos deberíamos hacerlo, todos los habitantes del mundo, desde Noruega hasta Filipinas pasando por Móstoles… Y si alguna vez yo tengo un crío, mi crío será precioso y el más bonito del mundo… pero cuando tenga unos cuantos días… antes será bien feo, ya me he hecho a la idea. Porque dicho sea de paso, mejor que uno nazca feo y luego se ponga guapo… a que nazca guapo y se ponga luego feo. Lo que le pasa a los de Pereza, que ahora son feos y se ponen más feos de lo que son. ¿Por qué ese corte de pelo a lo Krusty de los Simpson? ¿Por qué esas gafas de sol cuando no hace sol y de tres tallas más grande que el tamaño de la cabeza? ¿Alguien encuentra alguna explicación a eso? ¡¡Ya que eres feo, no te pongas más feo aún, tío!! ¡Que no te enteras, Lois, que es que ellos van de modernos…! Pues qué modernidad más fea, como diría mi madre.

¿Foto?: Martita, que tuvo la suerte de estar en el 3% de bebés guapos

lunes, 5 de noviembre de 2007

Carmiña Burana

Érase una vez que se era, allá por el año 1230 D.C., unos monjes alemanes... que eran muy alemanes y poco monjes, porque eso de ser religiosos no lo llevaban del todo bien. Resulta que no estaban de acuerdo con las doctrinas de la iglesia católica y les gustaba más el vino y las mujeres más que a mí el chocolate negro. Y eso ya es mucho gustar. Así que pusieron a funcionar sus cabecitas y en lugar de escribir misas, prefirieron escribir una colección de poemas con mucha rima en los que criticaban satíricamente a la sociedad de la época, la medieval, tan oscura y rígida, con menciones especiales al clero y a aquellos que ostentaban el poder en la corona. Ahí no queda la cosa, al margen de sus críticas, estos cantos elogiaban al amor, los juegos amorosos y al vino. ¿Sorprendente no? Se sabe poco de esos monjes, pero suponemos que tendrían “su obra” en lugar seguro, fuera del alcance de la alta curia. Hasta que en 1803 se encontró por casualidad el susodicho códice, bien escondidito en el interior de una pequeña abadía de Baviera. Y no sería hasta 1937 cuando un músico alemán llamado Carl Off seleccionó algunos textos escritos por estos monjes y les puso música. Así nace la cantata Carmina Burana. Cantata con orquesta, coro y tres solitas. Y aquí es donde entra en el cuento una servidora, que actualmente prepara el Carmina (Carmiña para los amigos) para el 2 de diciembre en el Teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes. Sí, amigos, canto en un coro como soprano, visto con falda negra larga y blusa rosa-roja-fucsia de nonagenaria, pero me hace ilusión hacer extensible la invitación a mis lectores (ayss, ya verás como alguno se apunte a venir de verdad, qué vergüen... bueno, aún puede que queden entradas. Pinchad en http://www.caixacatalunya.es/ y se pillan a través del link “tele entrada”). Ya tengo fans apuntados, que a ver si me entienden cuando les cante en latín, en un dialecto del germano antiguo y en francés antiguo. Espero que si y que me aplaudáis mucho. Como ejemplo del Carmina, la ironía de estos monjes al escribir sobre un cisne a punto de ser asado. He aquí la traducción...

En otro tiempo yo vivía en el lago, en otro tiempo yo era hermoso, cuando yo era un cisne.

¡Desdichado de mí! ¡Ahora negro y churrascado!

El asador da vueltas y vueltas, mi pira funeraria vorazmente me asa;ya se acerca a mí el sirviente.

¡Desdichado de mí! ¡Ahora negro y churrascado!

Ahora me encuentro en una bandeja y no puedo volar lejos, veo dientes impacientes.
¡Desdichado de mí! ¡Ahora negro y churrascado!


¿Foto?: Mi libreto de canto del Carmina Burana