lunes, 13 de julio de 2009

Un cuento de 6 líneas

Fue otoño. Y se conocieron. Quisieron perseguir al amor, pero nunca lo alcanzaron. Fue invierno. El divorcio asomó por la ventana, pero tuvieron frío y no la abrieron. Fue verano. Cuando quisieron abrirla, el divorcio ya se había largado al otro hemisferio. Dejaron de perseguir al amor y fue el amor el que les empezó a perseguir a ellos. Por fin. Por fin se amaron. Fue primavera.

¿Foto?: Él sí que sufre todas las estaciones

3 comentarios:

Lolita blues dijo...

Me gusta mucho tu cuento, es muy bonito.

Aunque he de decir también que suele ser mejor no conformarse y esperar a que surja el amor sino dejar sencillamente que aparezca en la vida de uno.

De lo contrario puede esperar toda la vida a que llegue una primavera tardía y que nunca lo haga... pero al menos uno es sincero consigo mismo en su soledad. La soledad está muy mal vista, pero a veces es la mejor compañera, valga la paradoja.

Saludos!!

Raquel dijo...

Bueno ex-cañetera, por fin entro a tu blog, tarde, lo se, pero mas vale tarde que... ya sabes el resto. Me encanta tu cuento es una paradoja muy buena de la vida, igual que el de coraline....
Muchos besos.

Raquel

Aire Fresquito dijo...

Ay, Coraline, cómo mola y qué bien está hecha. ¿Me gustará tanto el libro como la peli? ;-)