martes, 3 de febrero de 2009

Operación Choni

Tras ver a Tom Cruise en Operación Valkiria, yo tuve mi particular operación contra los malos. Es este caso, la Operación Choni. Choni: dícese del adolescente, chico/a del siglo XXI, modernitos, llenos de piercings, mal hablados y de mala dicción, fumadores compulsivos, (especialmente ellas) y escuchadores de música por el móvil a máximo volumen… y sin cascos. El domingo viajaba en el metro pasada la una de la madrugada cuando un grupo de 15-20 chonis que fumaban y bebían cubatas, empezó a encararse contra un tipo árabe, también bastante piripi, por cierto. Yo observaba con recelo la escena a menos de dos metros cuando en cuestión de segundos, los chonis empezaron a empujar violentamente al árabe y éste salió corriendo hacia el otro extremo del vagón mientras los chonis se quitaban los cinturones y corrían tras él para pegarle. Los que iban sentados tan tranquilamente en ese lado del vagón corrieron asustados al lado contrario, donde yo me encontraba. Me levanté sin pensármelo un segundo a tirar de la palanca de emergencia pero estaba tan dura que necesitaba ayuda. Se la pedí a una chica que estaba embobada con la dantesca escena. “Por favor, ayúdame a tirar de esto”. Y a la segunda vez en un tono más fuerte reaccionó. Entre las dos tiramos de la palanca y el vagón se paró al instante mientras se bloqueaban las puertas y sonaba un ensordecedor pito. La mala suerte fue que una de las puertas no se quedó bloqueada y por ella empezaron a salir como gacelas todos los chonis. Dos niñatas llenas de piercings y masticando chicles con la boca abierta empezaron a gritar que “quién coño había parado el tren que no iba a llegar a tiempo a pillar el bus”. A éstas si que daban ganas de pegarlas con un palo. De pronto veo tambalearse por el andén al árabe, que lleva la mano sangrando y un corte en la mejilla derecha, de la cual caen gotas de sangre. A los cinco minutos hace su aparición el conductor del vagón que pregunta quién ha tirado de la alarma y por qué. Yo le contesto y le cuento la pelea. Conecta de nuevo la alarma y el vagón se pone en marcha. Por allí no aparece ni la policía ni seguratas ni nadie. A la gente le importa un bledo que una panda de niñatos apaleen a un árabe. Y a mi se me queda la cara de tonta ante tanta incapacidad. Como estamos en Madrid y aquí todo el mundo va borracho perdido, que pasen esas cosas debe ser lo más normal del mundo. Qué asco de gente borracha, de chonis delincuentes y de gente incapacitada. ¿Y estos son los chavales del mañana? Vamos de culo… y cuesta abajo. Qué ganas tuve de tener una metralleta liarme a balazo limpio.

¿Foto?: Éste no se anda con chiquitas.

3 comentarios:

Clark Kent dijo...

"empezaron a salir como gacelas todos los chonis"... jaja...

"A éstas si que daban ganas de pegarlas con un palo"... me uno a esto.

Rambo is the man for the job.

Viendo escenas así, me choca tanta crítica a una asignatura como Educación para la ciudadanía. Es evidente que los chonis necesitan ser educados para ser ciudadanos, y si sus padres no hacen esa labor... que alguien les enseñe, por favor.

AccentLess dijo...

Que las balas les enseñen...

Yo te habria suministrado el arma

Aire Fresquito dijo...

Estos chonis necesitan Educación para la Ciudadanía a tope... primero en casa y luego en la escuela. Si no, la sociedad estará perdida.