martes, 30 de junio de 2009

¡Qué viva la siesta!

El verano no es verano si no hay siesta. He ahí un ejemplo de dos personas, que para más información son mis padres, durmiendo la mona en el pueblo después de la comida junto a los calcetines de toda la vida del Carrefour. (Esperemos que jamás dominen la tecnología como para caer alguna vez en esta página web y verse de esta guisa). En verano uno se queda dormido en nanosegundos en cualquier rincón. De pie, delante del ordenador, delante de una película mala como Firewall o detrás del libro. Y hasta cuando uno dice que no, que yo no tengo sueño, que la siesta es para los niños, y cinco minutos después parece un león rugiendo en el sofá. Pero ojo, que es preferible no sobar mucho más de media hora (si nos ponemos científicas más de 20 minutos) que luego, aparte de la apariencia de cebra con la que nos despertaremos tras el contacto de nuestro moflete con el cojín, brazo del sofá o similar, lo peor es la mala leche que te entra. Más duermes, más mala leche. Es así amigos, directamente proporcional. Qué le vamos a hacer. Tenlo en cuenta, que bastante crispado tenemos el mundo como para despertarnos de la siesta con mala hostia.

¿Foto?: Padres sobando en el pueblo

jueves, 25 de junio de 2009

Dale al play, Mr. Orbison

Hace mil años que no escuchaba esta canción. Y hoy la he oído en la cafetería. Qué buena es y qué rico me ha sabido el café. Que la disfrutéis vosotros también.

lunes, 22 de junio de 2009

Coraline

¿Alguien ha visto “Coraline”? Si no es así, ya estás tardando, que te estás perdiendo una de esas películas que con los años calificarán como ‘clásico de animación’. “Coraline” es una obra maestra del mismo señor con cara de loco (como todos los genios) que hizo “Pesadilla antes de Navidad”. La película es un verdadero goce visual plano tras plano y se necesitarían ocho vidas más (como mínimo) para apreciar cada detalle de cada secuencia. A mí hay tres cosas que me encantan: los perros disecados y vestidos como angelitos de Rubens, esa gallina de juguete que picotea una mazorca y “caga” (con perdón) un huevo que se parte en dos y expulsa palomitas de maíz, y esa súper escena del jardín ‘paralelo’ que va cobrando color a medida que Coraline lo recorre. Rebuscando cosas de la peli encontré este super vídeo en youtube en el que esa mujer llamada Althea Chrome, que hace ropa en miniatura, hizo un par de cositas para el vestuario de la niña Coraline. Dale al play y alucina.
Por cierto, ¿alguien más ha visto “La noche estrellada” de Van Gogh en la película?

jueves, 18 de junio de 2009

Parecidos razonables

Javier Gallego es el doble de Abraham Lincoln. Quedó confirmado el verano pasado cuando tuve el honor de conocer al ex presidente de los Estados Unidos en formato cera en el Museo Madame Tussads de Londres. Y me llena de orgullo y satisfacción decir que tengo una foto con los dos. Con el Lincoln de mentira (aunque las figuras de este museo casi parece que están vivas) y con el gran Javier Gallego, ex jefe de mi santo y locutor radiofónico, entre otras muchas virtudes.

Si a mi me tuvieran que hacer una doble de cera cogerían una foto de Carmen Martínez Bordiú. O una de la pelirroja del pelo corto de “Sexo en Nueva York”. Me parezco razonablemente a ellas… O eso es lo que dicen… ¿Pero por qué no me habrán ‘parío’ igualita a Megan Fox?

¿Foto?: Lincoln-Gallego

martes, 16 de junio de 2009

Adiós, pequeño paraguas cutre

A las 10 de la mañana me cobijé bajo mi paraguas cutre de las cuatro gotas que esta mañana caían mientras me iba a la cafetería a tomar un café. Como siempre me pasa con este tipo de objetos, me dejé mi paraguas cutre debajo de la mesa y sólo me acordé de él una vez que llegué a la oficina. No tardé más de cinco minutos en volver a la cafetería a por mi paraguas. Pero ya no estaba donde lo dejé. Ni en otro lugar dentro de la cafetería. La gente es que roba hasta los mondadientes de la mesa. La gente es mala y cutre. Que se lleva hasta un pequeño paraguas que no es suyo y que de tan malo que es, se le va a romper a las primeras gotas de lluvia. Ojalá que llueva café en el campo, sí, y bolas de granizo en la ciudad para que le destrocen el paraguas y el peinado a aquél o a aquélla sinvergüenza de esta mañana. Por cutre.

¿Foto?: La-la-la-lá... la lluvia en Sevilla es una maravillaaaaa

jueves, 11 de junio de 2009

Yo también soy Lady Halcón

La vida está llena de detalles curiosos. Uno de ellos me lo ha recordado mi santo esta misma mañana… Resulta que ayer por la tarde, que yo salía de mi jornada laboral, él vino a verme después de mi trabajo. Y este mañana he sido yo la que he ido a Madrid a tomarme un desayuno con él después de su jornada de trabajo. Ya veis, la chica trabaja durante el día… y el chico durante la noche. Cuando el chico sale de su trabajo, la chica acaba de empezar el suyo. Como aquella película de los ’80 donde una pipiola Michelle Pfeiffer y un pipiolo Rutger Hauer se pasaban casi hora y media de metraje intentando alimentar su amor, tarea casi imposible porque un obispo malvado les había lanzado un hechizo por el cual ella sería un halcón durante el día y él un lobo durante la noche. Así nunca podrían ‘coincidir’ en forma humana. Menos mal que por allí pasaba un chavalín llamado Matthew Broderick, que al final consigue ayudar a Rutger a deshacer el maleficio para que ambos amantes, Isabeau y Navarre, estén juntos para siempre. Si en una película se obró el milagro, quizá en la vida real también tengamos que llamar a Matthew para que obre el nuestro y nos deje vernos más que cinco minutos al día.

¿Foto?: Loidy Halcón

martes, 9 de junio de 2009

La profesora Matilde

Matilde Tarquis dio clases de piano a mi madre en Tánger cuando ésta era una niña, para después marcharse a vivir a Canarias. Mi madre siempre se ha pasado la vida contándome sus clases de música con Matilde. Y yo me he pasado la vida preguntando a mi madre si tenía intención de ir a verla. Como esas películas en las que el protagonista cruza medio mundo para dar una sorpresa a otra persona años después de haberse conocido. El jueves pasado, día 4, me vino a la mente la tal Matilde, que tan buena referencia fue para mi madre y le dije que a ver si un día iba a Canarias a verla, que como dejara pasar más tiempo la mujer se moriría. Mi madre contestó muy segura, ‘si Matilde se hubiera muerto, ya nos hubiéramos enterado’. No señor, no nos enteramos. Matilde murió el día 1 con 91 años y mi madre ni yo ni nos enteramos. Maldito sarcasmo el mío. Y malditos seamos todos por pensar que esta vida en la tierra es para siempre.

¿Foto?: Mi madre, al piano

martes, 2 de junio de 2009

Otra ración de guays

¿Por qué Sean Connery y George Clooney eran tan feos antes y ahora están tan atractivos?
¿Por qué se tose cuando abrimos un sobre de Espidifén?
¿Por qué si pides una cita en el médico te la dan siete meses más tarde?
¿Por qué los zapatos de verano te hacen rozadura en un pie y en el otro no? ¿Y hablando de pies... por qué huelen a queso roquefort y no a parmesano… que por lo menos huele bien?
¿Por qué siempre hay avispas al lado de las matrículas de los coches?
¿Por qué señalamos los árboles con corazones?
¿Por qué robamos los periódicos deportivos de las cafeterías?
¿Por qué la gente lleva gafas de sol en el metro?
¿Por qué cuando comemos kiwi nos pica la lengua?
¿Por qué ponemos figuritas encima del televisor?

¿Foto?: Oh, my God

lunes, 1 de junio de 2009

Horror

Esta mañana me he topado en internet con esto. Y me he quedado... pues eso, horrorizada.