martes, 30 de junio de 2009

¡Qué viva la siesta!

El verano no es verano si no hay siesta. He ahí un ejemplo de dos personas, que para más información son mis padres, durmiendo la mona en el pueblo después de la comida junto a los calcetines de toda la vida del Carrefour. (Esperemos que jamás dominen la tecnología como para caer alguna vez en esta página web y verse de esta guisa). En verano uno se queda dormido en nanosegundos en cualquier rincón. De pie, delante del ordenador, delante de una película mala como Firewall o detrás del libro. Y hasta cuando uno dice que no, que yo no tengo sueño, que la siesta es para los niños, y cinco minutos después parece un león rugiendo en el sofá. Pero ojo, que es preferible no sobar mucho más de media hora (si nos ponemos científicas más de 20 minutos) que luego, aparte de la apariencia de cebra con la que nos despertaremos tras el contacto de nuestro moflete con el cojín, brazo del sofá o similar, lo peor es la mala leche que te entra. Más duermes, más mala leche. Es así amigos, directamente proporcional. Qué le vamos a hacer. Tenlo en cuenta, que bastante crispado tenemos el mundo como para despertarnos de la siesta con mala hostia.

¿Foto?: Padres sobando en el pueblo

3 comentarios:

Clark Kent dijo...

Yo de pequeño era anti-siesta, lo veía como perder el tiempo... pero ahora la veo necesaria. Ayer me eché una (más larga de lo que recomiendan los expertos, el doble de larga) que me sentó de rechupete.

Sí que es mala Firewall, sí.

Javitxu dijo...

A mí me pasa exactamente lo mismo. Y es que encima uno se levanta desorientado, lento de reacciones, lerdo total, vamos.

Y pensar que hace unos cuantos añitos, durante el mes de agosto, en un pueblo no muy lejano de Ávila, después de comer tenía que tumbarbe al lado de una pequeñita y cantarle hasta que se quedara dormida con el dedito en la boca, fingiendo así que yo también dormiría la siesta...

¡No lele mutio!

Aire Fresquito dijo...

Jajaja. Es verdad que siempre me has contando esa historia. ¿Ves? Ya de pequeña no me gustaba dormir después de comer ;-)

Siempre me quedará la duda si en verdad me dormía realmente o yo también fingía que me dormía para verte a tí echar una cabezacita...