Tres cosas me llaman la atención de este tipo alto y flacucho, aparte de las que ya sabemos como que es un excelente orador y que es más inteligente (aquí van risas enlatadas) que su predecesor:
Una: Es zurdo. Es una tontería, sí, pero no sé, lo vi el otro día en la tele firmando un documento en su despacho y me resultó curioso. Siempre he oído que las personas zurdas son especiales… y sin duda Obama lo es.
Dos: Sonríe mucho. Y eso está muy bien, porque un tipo que dirige y representa a un país debe ser agradable para ser creíble. Y tiene una sonrisa franca, bonita, sincera. Lo más opuesto a esa medio sonrisa falsa de este señor que tuvimos aquí gobernando llamado Aznar.
Una: Es zurdo. Es una tontería, sí, pero no sé, lo vi el otro día en la tele firmando un documento en su despacho y me resultó curioso. Siempre he oído que las personas zurdas son especiales… y sin duda Obama lo es.
Dos: Sonríe mucho. Y eso está muy bien, porque un tipo que dirige y representa a un país debe ser agradable para ser creíble. Y tiene una sonrisa franca, bonita, sincera. Lo más opuesto a esa medio sonrisa falsa de este señor que tuvimos aquí gobernando llamado Aznar.
Tres: Se comió un perrito caliente grasoso en un fast food de Washington, en lugar de ir a un restaurante de cinco estrellas. ¿Qué puede ser que fuera para “hacer ver que soy guay y que me importa lo que le pasa al estadounidense”? Bueno, puede ser. ¿Pero es que acaso alguien ha visto a Zapatero comerse un bocadillo de calamares en El Brillante de Atocha? Pues va ser que no. Pero hay un detalle que no se nos debe pasar por alto: Obama se levantó de la mesa a echarse queso rallado encima de la salchicha… él solito, no se lo pidió a nadie. No mandó a nadie. No ordenó a nadie. No utilizó su condición de futuro presidente para abusar de nadie, pudiendo él solito levantarse de la mesa para servirse. Un pequeño detalle estúpido que a mi me gustó. Y mucho.
Qué grande. Como diría mi santo.
¿Foto?: Chapita de Obama que me regaló el mejor amigo de Juan. Traída del país de Tío Sam.
3 comentarios:
Yo estoy con la salchicha de Obama, sin duda. ¿Sabes lo que pensó cuando fue a por queso? YES, WE CAN. De ahí sacó las fuerzas para levantarse de la silla, seguro.
Tengo una tesis sobre los zurdos y es que son más inteligentes. Yo al menos en mi experiencia personal siempre que me he topado con un zurdo ha sido una persona brillante. También tienen algo de autodestructivo, esperemos que no sea el caso de Obama. Pinta bien, hasta ahora desde luego va todo sobre ruedas pero no será hasta dentro de un tiempo cuando veamos resultados... a su favor he de decir que no le veo esquivando zapatos, lo cual es alentador, sin duda.
Veremos...
Obama es grande, ha tomado ya más medidas positivas que Bush en 8 años (bueno, puede que sumando los 8 no, pero los últimos 4 seguro que sí)... Habrá que ver cómo "arbitra" lo de Israel, aunque está la cosa muy mala.
De todas formas, sigo esperando al presidente que le plantee al pueblo algo radical en plan: "¿nos rascamos todos el bolsillo para acabar con el hambre del mundo?". Quizá el pueblo le sorprendiera.
Ya, ya sé que ahora vendrían las cuestiones de "dándoles dinero no acabas con la pobreza, sólo lo aplazas, hay que darles infraestructuras blá blá blá". Yo digo que les mandemos trescientosmil millones de rupias y más hasta que tengan las infraestructuras, el alimento y la autogestión y ya está.
Pídenoslo, Obama. Porque con la estrella que tiene este tío, maybe yes we can, indeed.
Por lo demás, grande Obama con el perrito. ¿Te conté lo de Los Ángeles y los polis y el mendigo? Te lo tengo que contar.
Si, cuéntame la historia de "Los Ángeles, los polis y el mendigo". Así con estas comillas suena como a peli, no?
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