Los domingos por la tarde se suelen hacer fundamentalmente dos cosas: ver una peli en casa mientras comemos pipas o ir al fútbol... a comer pipas también. Un domingo de primavera mi santo (si Elvira Lindo tiene uno, yo no voy a ser menos... y además, es un santo santo, porque sólo los que son verdaderamente santos pueden aguantarme) me invitó a ir al Bernabéu. Sí, yo al Bernabéu en lugar del Calderón o del Camp Nou. Lo que hace el amor, ¿eh? El caso es que el partido fue soporífero, por lo que empezamos con las pipas para matar el aburrimiento. En el fútbol se comen pipas durante 90 minutos aunque no tengas ganas. Lo hace todo el estadio y sobre todo es fundamental chupar las cáscaras y escupirlas a la cabeza y a los hombros del que tenemos delante. Porque si llegamos a casa y no llevamos cáscaras con nosotros es que hemos mentido sobre lo de ir al fútbol y mentir no está bien. Pues eso, mi santo y yo dale que dale con las pipas, pero es que hay otros que se sacan los tuppers, servilleta y cubiertos y se montan una comilona en un pis pas. Y en medio de esos manjares domingueros mi santo me da un codacillo y me dice, “mira a quién tenemos al lado”. Me asomo a través de un pequeño muro de cemento que teníamos a la izquierda y ahí estaba. A veinte metros tras un palco acristalado. Sí. Él. Qué bello. Sir David Beckham. Tan perfecto, tan guapo, tan tremendo. Porque el hombre estaba (y está) TREMENDO, opinión secundada también por mi santo. Y yo venga decir qué guapo, pero qué guapo por favor... Así hasta el final del partido. Porque Beckham nos tenía hipnotizados a los dos con su belleza. Hasta me pareció ver que su mirada se cruzó una milésima de segundo con la mía, qué ilusión. ¿Me miraría a los ojos? ¿A las cáscaras de mi pelo? ¿O a mi santo que es tan sexy? Nunca lo sabremos porque Beckham se nos muda a este verano a Los Ángeles. Ay qué pena. El furbo ya no será lo mismo.
¿Foto?: La pelota y yo en césped artificial que da calambres
3 comentarios:
Sí que estaba bueno, sí. Además, si ganamos esta liga (crucemos los dedos, tú también, Loidita, venga, por Beckham), será gracias a él sobre todo. Me encanta cuánto sabes de fútbol, aunque tendremos que revisar esos colores... ;-) ¿Tú tienes un santo? Yo sé de uno que tiene un angelito...
Yo sin embargo voy a echar de menos a Vicky y su jugosa polémica con Ana Obregón, porque se tendía un puente cultural muy interesante entre la caspa española y la guiri. Por cierto ¿¿¿es que esta mujer no ha aprendido nada de su estancia en nuestro país??? ¿¿¿nadie le ha dado unos callos, una paella, una fabada, un poco de sobrasada???
No, no ha aprendido nada, ni lo deseamos. Que se vaya a comer hamburguesas a Los Ángeles. Porque si alguien le hubiera dado una tortilla papas o jamón serrano del bueno bueno, se hubiera quedado aquí para siempre... Y eso sí que hubiera sido una pesadilla para todos nosotros.
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