martes, 12 de junio de 2007

Enrejados

Parece que lo de no comer se ha puesto de moda. Mejor dicho, la última moda es que te metan en la cárcel y te niegues a comer. Ved a Julián Muñoz y el tipejo De Juana Chaos. No como, hale. Y sácame de aquí claro, que si no me muero. Y les dejamos que salgan para que coman en casita el puchero. Qué generosidad española. Hombre, ya sabemos que no comen porque quieren salir de la cárcel, hasta ahí llego, pero... a ver si es que no comen porque de verdad la comida de la cárcel sea un asco. Igualito que cuando éramos pequeños en casa. ¿Qué hay lentejas? A comerlas. ¿Judías verdes? A comerlas. Si no, no había segundo plato o te ganabas la torta. O las dos cosas. Gracias a esa infancia, mira cómo comemos ahora todo y de todo. Desde luego mis carnes hablan por sí solas. Otra que no tiene educación es Paris Hilton. No lleva ni cuatro días en la cárcel y dicen que se pasa el día llorando... ¡y sin comer! Paris, eso es hacer el feo a los cocineros de la prisión de Los Ángeles. Aunque tu única comida al día sea un caldito de apio, que sepas que sienta mal a tus paisanos. Y a mí, como gran devora-comida, también.


¿Foto?: Mi amiga de la coral Carmen, pidiendo a gritos unos boquerones en vinagre

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