
¿Os habéis dado cuenta de que los humanos no sabemos utilizar bien los tiempos verbales? Solemos utilizar el singular de cualquier forma verbal en lugar de utilizar la forma plural. Un ejemplo que ocurre con frecuencia: mi jefe en lugar de decir a un cliente “te vamos a mandar el informe por fax” dice “te voy a mandar el informe por fax”. Lo cual es falso, porque el informe nunca lo manda él, es mandado por otras personas, normalmente empleados. Normalmente yo. ¿Por qué de esa reafirmación del yo, yo y nadie más que yo, cuando precisamente es esa actitud egoísta la que provoca muchas veces que nos creamos más importante que otros? ¿Por qué costará tanto decir “Pepito, te mandamos el informe por fax”? Si en realidad el funcionamiento de una empresa depende del trabajo de todos los empleados, ¿no? Por eso me gusta la primera persona del plural, porque en el “nosotros” estamos los dos, tú y yo. Incluso tú, yo y otros. Es el equipo en lugar del individuo. Cuando de verdad podemos sustituir el singular por el plural nos volvemos menos fanfarrones, menos egoístas. Nos hacemos un poco más... solidarios. Y eso siempre es bueno. Y a fin de cuentas el mundo no es propiedad de uno, sino de todos. Un momento, estoy en el trabajo y mi jefe me llama a su despacho. Ahora vuelvo. Me dice que el informe está muy bien redactado, que
hemos hecho un buen trabajo.
Vamos prosperando...
¿Foto?: Dos pijamas, abrazados.