miércoles, 29 de agosto de 2007

Una boda...

¡El sábado estuve de boda! Pero no en una boda cualquiera. ¡Era el bodorrio del año! Como se ve que hacía años que no iba a una ahí radicaba mi sobreabundante emoción. El finde muy ajetreado, empezando porque la boda era en Gijón y mi vuelo salía a las 14:20 del sábado, la boda a las 22:00 de la noche y volvía a pillar de nuevo el avión el domingo a las 16:20. ¡Y qué bonito Asturias! ¡Qué verde! ¡Verde hobbit total! Me alojé con una amiga a unos cuantos kilómetros de la finca donde iba a tener lugar la boda. Y teníamos unas lindísimas ovejas al lado del hotel-rural, que nos tuvieron más de media hora haciándolas fotos sin parar. Creo que tengo más fotos de las ovejas que de los novios, perdonadme chicos, pero ellas tenían luz y vosotros os casábais en un entorno más negro que el sobaco de un grillo. Mi amiga me maquilló estilo Eva Longoria (mentira, ¿pero a que casi os lo creéis?), nos vestimos rápido y taxi para Quinta Duro, que ese era el nombre de la finca en cuestión. Los novios se casaron en medio del jardín, en plena noche, iluminada por una serie de antorchas y un par de gaiteros que pusieron la banda sonora a la ceremonia. Por cierto, que estaban muy guapos, muy sonrientes y muy altos. Bueno, no estaban altos, es que lo SON. Se ve que no hemos tenido la misma alimentación de pequeños. Luego tuvimos catering y un muchacho asturiano con doloridas muñecas de tanto escanciar sidra. No hace falta deciros que haciendo honor a mi fama infantil me tomé unos buenos pelotazos de este rico líquido del norte de España. Y fue justo terminar el bailoteo cuando se puso a caer una tromba de agua bastante parecida a la del diluvio universal. Ahí es cuando se nos cortó el rollo, pero ya queríamos irnos a la camita, eran más de las 5 de la mañana y ya no teníamos música. Vuelta al hotel, y antes de llegar a la habitación, un sock, la mujer de la recepción recostada (y despeinada hasta con algún hierbajo en el pelo) de mala manera sobre los sofás de la entrada. Qué imagen, madre. Qué imagen. Al día siguiente, la mujer con las mismas pajas en la cabeza que tenía en la madrugada (hay varias hipótesis sobre la procedencia de esas pajas... pero mejor lo dejamos para otro día...) nos sirvió de los mejores desayunos de la historia, en un porche frente a un paisaje verde y natural, a base de frutas, zumo natural, pan de pueblo con aceite de oliva y jamón, café, y bollo y pastas caseras. Teníamos que estar tan pronto en el aeropuerto que sólo me dio tiempo a meter los piececillos cinco minutos en el agua de la playa de San Lorenzo. Cinco minutos y dos fotos que cercioran que estuve en Gijón, qué bagaje tan pobre. Otra vez al aeropuerto, y tras unas horribles turbulancias llegamos a Madrid. Otra vez aquí. Adiós ovejas, adiós rico desayuno, adiós verde de Asturias. Sólo queda decir una cosa: ¡Vivan los novios!

¿Fotos?: Alexandra y Javi, ya casaditos y comiendo arroz. Y ovejuelas gijonesas, muy hambrientas

lunes, 27 de agosto de 2007

Cositas ricas

Es el título de una tienda de chucherías de Alcalá del que mi santo se quedó prendado. Creo que no hay mejor definición para una tienda de ese tipo. Pero seguro que hay más cositas ricas en tu vida aparte de las golosinas. El otro día me puse a pensar y he aquí unas cuantas cositas ricas para mí:

1. Los frapuccinos del Starbucks.
2. Quedar con amigos a los que no veo hace tiempo.
3. Las sobremesas largas, con su café y su bollo o trocito de tarta.
4. Hacer una buena foto… con mi cámara de fotos.
5. Gastarme el dinero en regalos para los demás.
6. Los cócteles.
7. Ver peli en familia los sábados por la tarde.
8. Oír a Roxette para levantar el ánimo.
9. Viajar en avión.
10. Y por supuesto, los mini-besitos de mi santo.


¿Foto?: Niño lisboeta... Muy rico, ¿no?

viernes, 17 de agosto de 2007

Guays culinarios

Me han dicho que de niña era muy preguntona y que comía menos que un pajarito (ahora ya devoro como un pajarraco), será eso por lo que me vienen a la cabeza algunas dudas culinarias para las que no encuentro respuesta...
¿Por qué siempre que comemos una pera siempre hay una gotita que nos resbala por todo el brazo y llega hasta el codo? ¿Y por qué cuando abrimos una naranja, todos los churretones de jugo van a parar a las gafas? ¿Y por qué sorbemos tanto comiendo sandía? Conclusión: somos unos guarros comiendo fruta.
¿Por qué cuando tienes las manos grasientas de comer pescado siempre te pica la nariz?
¿Por qué las miguillas finales que quedan de la bolsa de los cereales no las echamos en la leche y nos las comemos solas?
¿Por qué los risketos son tan naranjas? ¿Quién los fabrica? ¿La misma empresa que los subrayadores esos de colores fosforitos? ¿Y por qué cuando los comes se te quedan los dedos tan naranjas y asquerositos?
¿Por qué en los salteados congelados de gambas nunca vienen más de cuatro gambas?
¿Por qué en todos los pueblos siempre hay una despensa con una pata de jamón medio tapada?
¿Por qué la pasta, cuando la llevas a la mesa, ya está más helada que un iglú?
¿Por qué las varitas de merluza no tienen forma de varita? Harry Potter debe estar muy cabreado por ello...
¿Por qué venden un paquete gigante con tantas tostadas para untar? ¡Vienen 7 u 8 paquetes de tostadas! ¿Es que no saben que aquí en España ya no hay familias numerosas? ¿Y por qué las primeras tostadas y las últimas siempre están rotas? ¿Y por qué cuando untas la tostada de paté logras que no se te rompa pero cuando te la acercas a la boca, ¡zas!, se te rompe en mil trocitos?
¿Por qué todas las margarinas de las casas tienen mijitas de pan tostado? Si las vendieran con mijitas en el super ni nos daríamos cuenta.
¿Por qué el Magnum de la Eva Longoria es tan ínfimo? ¡Que ella sea pequeñita no significa que tengan que hacer su helado tan minúsculo?

¿Foto?: Plato típico y grasiento checo a base de buñuelos de patata, pan, salchicha, cerdo ahumado, pato y col roja y blanca

jueves, 2 de agosto de 2007

Cerrado por vacaciones


Este blog estará criando ácaros hasta el lunes 6 de agosto. Ese día abriremos de nuevo el chiringuito para que sigáis tomando aire fresquito.
¿Foto?: Ellas cogen las vacaciones en septiembre