martes, 5 de febrero de 2008

Helado VERSUS desánimo

Mi santo hace un versus todos los lunes... yo también quiero tener el mío, oye. En esta ocasión os pongo el consejo de un padre a su hijo que está depre. El mejor párrafo de un libro malo malísimo que todavía me estoy leyendo (qué buena que soy que no os doy el título para que no sufráis). Ahí va:

“... Tienes un buen empleo. Pero ya que quieres un consejo, te diré una forma de mantener alto el ánimo. Acuérdate de esto. De algo que me dijo un día tu abuelo. Era su modo de combatir el desánimo. Cuando te sirvas la primera taza del día, si te sientes fatal, añade un poquito de helado. Alegra. Luego te pones en marcha como cada cual, como te he dicho, pero llevas el helado dentro. Olvídate del arte. Confía en el helado.”

Claro que confío en el helado... y en el acompañamiento en general. No es lo mismo tomarte un café pelao y mondao a acompañarlo de un rico cruasancillo, un bombón o un pedacito de tarta. Vamos, por si no lo sabíais a mi el dulce me eleva el espíritu... al igual que me va elevando de talla, también hay que decirlo. Soy una “dulcita” que no tiene remedio. En fin, confía en el helado... y sé feliz.

¿Foto?: Capuchino y tarta de miel: receta anti- tristeza