Despúes de traer a mis compis de trabajo una pequeña selección de dulces navideños, consistentes en mantecados, alfajores y un par de turrones, una compañera irlandesa llamada Una (si, como "a la una, a las dos, y a las tres"), agarra un mantecado y me pregunta qué lleva.
- Harina, azúcar, huevo, grasa de cerdo y un poco de canela, le digo yo.
- ¿Grasa de cerdo?
- Sí, mantequilla de cerdo.
A continuación, mueca de disgusto. Prueba chiquilla, ya verás cómo te olvidas del cerdo y de toda su familia porcina.
Y digo yo, con la de cantidad de carne que se zampan estos irlandeses, ¿se extrañan de qué se coman un dulce hecho con la grasa del cerdo? Para reírse.
2 comentarios:
Hombre, suena raro. Si te contara la cara que pusieron mis ex-roomies dublineses cuando olieron una barra de lomo embuchado...
Lomo embuchado, de lo mejorcito del cerdo. Hombre por Dios.
A tus rommies habrá que matarlos. Esos que desayunan alubias en salsa de tomate por las mañanas...
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