Después del trabajo, mi santo me invita a tomar un cóctel al Hard Rock Café y adivinad quién asomó la naricilla por allí... ¡Mi tío Javi!
De hecho, se acercó por detrás de mí, me pidió un cigarrillo y yo tan pancha le digo que no, que no tengo y me vuelvo a mis cosas. Tres segundos más tarde para procesar la infomación y darme la vuelta para gritar "¡¡pero qué haces tú aquí!!".
Ay qué sorpresa más maja que tenías planeada con mi santo. Qué escondido todo.
Y qué rica la fuente de brownie, helado y nata que nos zampamos entre los cuatro, tu compi de trabajo Francisco, mi santo, tú y yo.
¡Gente de España, quiero visitas! ¡Y si son sorpresa, mejor que mejor!
PD: El tío y la sobrina
No hay comentarios:
Publicar un comentario