martes, 28 de julio de 2009

A los que aman… en Teruel

Viernes 24 de julio. Salida hacia Mosqueruela (Teruel). Boda de Jorge y Begoña. Recojo a mi santo en Avda. de América a las 9:30 de la mañana. Según la guía Michelín tres horas y media a Teruel. Luego hora y media más a Mosqueruela. Doy fe de que Teruel existe: 40º a la sombra, vieja y en obras. Pero orgullosos de su mini toro en Plaza del Torico. Se escucha a la gente terminar las frases con “ico”. Ya se me está pegando el acento maño. Cervecita con limón para paliar el calor. Paseo rapidito para terminar comiendo en un chino donde no come nadie más que mi santo y yo. Como no queremos gastarnos mucho dinero sólo gastamos 4 euros por cabeza para ver el Mausoleo de Amantes de Teruel por 4 euros. Hago foto de estrangis a un cuadro modernista de los amantes que adjunto en el post. Pinchar aquí para saber más de los amantes (http://www.amantesdeteruel.es/) Mi santo se muere de sueño y se toma un red bull, yo me tiro al café y al bollo en una cafetería-pastelería-heladería donde a mi acompañante no se le escapa un helado de aceite de oliva. A las 7:15 cogemos el coche para Mosqueruela. El camino se convierte en un infierno lleno de curvas y cuestas y una vaca se nos cruza en medio de la carretera. Mucho más tarde de lo previsto llegamos a Mosqueruela. Jorge (el novio) nos recibe en el pueblo, nos lleva a nuestra buhardilla y luego picoteo casero con todos los invitados. Son más de las 12 de la noche y sólo conocemos al novio. Mejor irse a la cama. 10:40 de la mañana. Bajamos al hotel donde un matrimonio nos lleva en su coche a la ermita donde se casarán los novios. Tardamos más de una hora en llegar. Estamos a más de 1.800 metros de altitud y mi santo llega pálido, mareado y sudando como un pollo. De poco sirvió el abanico que le presté. El cura menciona a Juanes y a Melendi antes de casar a los novios. Vuelta de nuevo a Mosqueruela. La mujer del coche se empieza a poner nerviosa cuando el coche se cala en las cuestas y las ruedas resbalan en las piedras. Aquello no es una boda, es un safari en toda regla. En Mosqueruela bajamos del coche para meternos en un autobús que nos llevará al restaurante y que nos cobra 13 euros por el viaje de ida y vuelta. Antes subo rápidamente a buhardilla para cambiarme los incómodos zapatos y comerme un plátano derretido del día anterior. Ahora soy persona. Son más de las 3 y media de la tarde y todo el autobús se queja del hambre que tiene. Antes de llegar a Cantavieja el autobús se para en mitad de la carretera porque un camión descarga cerdos. Cuando llegamos al restaurante los novios ya están en la mesa. Son las 4:30. A las 19:30 me he comido todo menos el pato con ciruelas confitadas, pera en almíbar y puré de castañas. Salgo fuera del restaurante a tomar el aire y empieza a salir más gente detrás mía a fumar. Tengo que volver a entrar porque ya no se puede respirar. Tres horas de barra libre y el autobús nos volverá a llevar a Mosqueruela. Mi santo y yo paseamos por Casavieja para bajar la comida. Qué fresquito más agradable nos da en la cara. De vuelta a la boda, Jorge, el ex novio y ahora casado, nos besa a los dos con locura. Malibú con piña y Countreau con chocolate y vuelta al autobús. Son las 11:45 y a las doce hay otro picoteo en el salón-comedor del bar principal del pueblo. Un poco de queso, jamón serrano y dos albóndigas caseras. Hay que parar para no reventar. Nos despedimos de Jorge y del único amigo que hicimos en la boda: el señor que nos llevó en su coche a la ermita. Recuerdo que apoyé la cabeza en la almohada y nada más. A las 10:15 del domingo una pareja, Bea, de Castellón, y Arnau, holandés se suben a mi coche para viajar a Madrid. Duermen casi todo el camino de vuelta, pero cuando están despiertos son simpáticos y habladores. A las 15:10 de la tarde paro en Gregorio Marañón y Bea y Arnau se bajan. Por fin se terminó la boda. Conclusiones: qué grande es la guía Michelín, Teruel existe y qué cansadas son las bodas.

¿Foto?: Amantes de Teruel… tonta ella, tonto el…

4 comentarios:

Clark Kent dijo...

Excelente resumen del Safari Park de Jorge Lara ;-)

Yo sólo sé que te voy a dar muchos besitos en breve.

Hay que decir que algunos intentos hicimos por entablar conversación pero, oye, uno se cansa. Y sí, Teruel existe.

¿¿Al final hiciste foto del cuadro?? Creía que no.

Aire Fresquito dijo...

Tú lo intentaste varias veces en la cena del viernes, pero se nos "escaqueaban" no sé cómo...

A pesar del Safari Park, por esa merluza mereció la pena ir a Teruel ;-)

Y alegré de conocer un poco a Bea y Arnau, parecían majos.

PD: La foto es escaneada del propio folleto; la que yo hice "in person" era mucho más grande porque sale casi casi todo el cuadro.

Anónimo dijo...

Hola, yo tb fui a la boda, tengo Mosqueruela en alertas Google y me ha salido este blog. Yo me lo pasé de coña, claro que yo conocía a casi todos, jeje.
Saludos!

Anónimo dijo...

Teruel, no existe, subsiste, gracias al olvido de los politicos.